Los datos de cuentas nacionales proporcionados esta semana por el INDEC indicaron que durante el primer trimestre del año la actividad económica general se ubicó 2,5% por encima de la de un año atrás. Esto implica una fuerte recuperación de la economía a lo largo de los últimos meses del año pasado y los primeros del 2020 pero aún no significa que toda la producción se haya recuperado del impacto de la pandemia y la cuarentena. Es preciso recordar que el mes de marzo del 2020, que forma parte del primer trimestre, ya había sido fuertemente afectado por las restricciones a la movilidad. #el último trimestre “normal” había sido el cuarto del 2019 y comparando el primer trimestre 2021 con ese período se observa que la economía aún se encuentra un poco abajo”.
En un análisis de la Consultora Invecq sostienen que “el hecho de que durante los primeros tres meses del 2021 se haya producido 2,5% más de bienes y servicios que hace un año podría hacer pensar equivocadamente que la economía ya se ha recompuesto de los daños de la crisis por completo. Sin embargo, un análisis minucioso de los datos del mercado laboral para los mismo períodos indica que todavía persisten efectos negativos: la población económicamente activa es menor, el empleo es menor y el desempleo luce menor solo como consecuencia de la menor participación laboral”.
La tasa de actividad, que mide la participación de la población total en el mercado laboral, se ubicó en 46,3% casi 1 pp menor a la de un año atrás. Estos guarismos significan, en cantidad de personas, que aproximadamente unas 100.000 personas que a inicios del año pasado participaban del mercado laboral (ya sea teniendo un empleo o buscándolo) hoy ya no lo hacen.
La tasa de ocupación, por su parte, descendió desde 42,2% a 41,6% lo que implica que entre ambos períodos se perdieron unos 65.000 empleos que aún no han podido recuperarse. Una parte de estos empleos perdidos se contabilizaron como desempleados pero la gran mayoría no, porque fueron declarados inactivos y por lo tanto no forman más parte del mercado laboral.
“Como el fenómeno de la “salida del mercado laboral” de quienes perdieron el empleo es mayor que el de aquellos que lo perdieron y se quedaron buscando un empleo nuevo, la tasa de desempleo muestra la paradoja de ser menor que la de un año atrás simultáneamente con la existencia de menos trabajo que hace un año. Mientras que el desempleo en el primer trimestre del año pasado era de 10,4% de la PEA este año fue menor: 10,2% de la PEA”, detallan en el informe.
Profundizando un poco en el análisis, a consultora económica considera que “se encuentran algunos fenómenos muy relevantes para entender la dinámica del mercado laboral pero que no emergen observando solo los datos agregados. El más relevante es el de la composición de la tasa de empleo. Además de haberse verificado una pérdida de aproximadamente 65.000 empleos en un año, lo que se observa es que la caída se concentró en los empleos asalariados y los patrones, es decir aquellas personas propietarias de medios de producción y que emplean a otros en relación de dependencia”. Y aclara que “entre ambos subgrupos se verifica una caída de 315.000 ocupados, mientras que hay un crecimiento de 250.000 ocupados por cuenta propia”.
Este cambio en la composición implica un proceso de precarización laboral porque habitualmente quienes pasan, como consecuencia de una crisis macroeconómica, de la categoría de asalariado a cuenta propia suelen llevar a cabo trabajos con menor productividad y, por lo tanto, con menores ingresos laborales. Es decir que siguen estando insertos en el mercado laboral pero con una situación más delicada, pudiendo llegar a darse la situación de que un ocupado que hace un año superaba la línea de la pobreza, en la actualidad, sin haber quedado desempleado, haya caído en situación de pobreza. La participación del cuentapropismo pasó del 22,9% del total de los ocupados en el primer trimestre del 2020 al 25,2% en el mismo período del 2021. Y era de 21,1% en el primer trimestre del 2018.
Desde Invecq consideran que las perspectivas para el resto del año son mejores que las del año pasado ya que aún con un agravamiento del cuadro sanitario las autoridades no parecen dispuestas a volver a implementar medidas tan estrictas que vuelvan a dañar a la economía en una magnitud semejante a la del 20202″. Y agregan: “Sin embargo, tampoco esperamos una mejora consistente y constante. La incertidumbre propia de los años electorales, sumado a las señales negativas que el gobierno envía con frecuencia al sector privado no permitirá que el mercado laboral tome un dinamismo fuerte y que pueda recomponer todo el daño generado durante el año pasado”.
Si bien la tasa de desempleo puede permanecer en valores no tan altos, “la calidad del empleo y de los ingresos difícilmente se recupere”, aclaran.
Para la consultora “no hay señales que permitan ver una reversión de este deterioro en el horizonte cercano.