Bajo la consigna de realizar un aprovechamiento integral de los cueros de cabritos y cabras la Cooperativa El Monte inició sus actividades en el año 2010, luego de realizar una capacitación en curtido de cueros y de conocer experiencias similares.
En el año 2012 obtuvieron la matrícula de cooperativa. A partir de ese momento los integrantes aprendieron como gestionar y administrar este espacio conjunto, trabajando de manera articulada con las instituciones del medio como INTA, Secretaria de Agricultura Familiar y Municipio local.
Leonardo Fernández- integrante de esta cooperativa- comenta que una característica de estos espacios, “es que a veces se suman nuevos integrantes, otras veces lo dejan y entonces la cooperativa tiene que ir acomodándose a las situaciones”.
“Estamos adaptándonos al nuevo contexto. Todos estamos en la misma. Se trata de reinventarnos para sostenernos y vincularnos entre los socios”, sostiene Fernández.
Entre aprendizajes, aciertos y desaciertos los integrantes de la cooperativa se fueron organizando y poniendo en valor cada una de las instancias del proceso productivo y comercial del cuero caprino.
Hay personas especializadas en funciones como en los saladeros de cueros, otros realizan el curtido de cuero, además llevan adelante el taller de marroquinería, y también se encargan de la comercialización de los productos y por último hay personas que llevan adelante la gestión dentro de la organización. Esta distribución de las tareas permite optimizar los recursos y poner en valor las capacidades de cada uno de sus integrantes.

En el Dpto. Rosario Vera Peñaloza según datos provistos por la Cooperativa se producen 60.000 cueros de cabrito por año. Este cumulo de cueros producidos permite que el productor caprino pueda disponer de un ingreso extra para su familia en la venta del cuero de cabrito y a su vez se posibilita que los artesanos locales dispongan de materia prima a precios justos, fomentando los circuitos de producción y comercialización locales.
El aprovechamiento integral del cuero implica varias instancias, pasando desde el acopio y conservación de cueros en los saladeros campesinos, el curtido de cuero , llegando luego por los talleres de marroquinería con múltiples productos (billeteras, porta termos, elementos de decoración , agendas , llaveros, entre otras) hasta finalmente concluir en la etapa de comercialización de productos de marroquinerías y talabartería, disponiendo la Cooperativa por tres años un local permanente donde se exhibían y comercializaban estos productos. Actualmente comercializan los productos en el Mercado Yelpe y participan en la comisión de administración de este mercado regional de productos.
Un nombre con identidad local
Muchas veces los nombres se relacionan con los lugares, los sentidos y representaciones compartidas. Este es el caso también de la Cooperativa El Monte. Su nombre se encuentra asociado al monte que predomina en la región, con una relación directa a la cabra que vive en el monte y provee la materia prima para el curtido de cuero artesanal. También comenta Leonardo Fernández, una cooperativa está constituida por distintas personas que representa la diversidad del monte.
Al ser consultado sobre los aprendizajes de la cooperativa en estos 10 años, afirma este integrante que “aprendieron a trabajar colectivamente dejando de lado las individualidades y pudieron dar un salto cualitativo, dando valor agregado a la materia prima y teniendo una mirada estratégica productiva y organizativa”.
El INTA a través de la agencia de extensión rural Chepes acompaña este proceso productivo y comercial con datos técnicos para la formulación de proyectos y a su vez participa en la comisión de administración del mercado Yelpe.
“En tiempos de pandemia es necesario reinventarse “
Ante las medidas sanitarias adoptadas por el Estado Nacional, provincial y municipal por la pandemia del covid-19, en la cooperativa se observó una baja en la producción , quedando reducida en un 40% y a su vez la comprar de productos químicos en otras provincias quedó restringida ya que no pueden trasladarse hasta estos centros de ventas. Como aspecto enriquecedor de este tiempo se destaca la gestión de proyectos que ante la nueva gestión nacional tienen mayor apoyo. Además, mantienen el contacto con los consumidores a través de las redes sociales y grupos de WhatsApp.
En torno a las medidas sanitarias, en la Cooperativa se trabaja según el número de DNI de los integrantes, uso de barbijo, distanciamiento social y lavado constante de manos con agua y jabón. Además, aquellos integrantes que se encuentran en el grupo de riesgo y son personas mayores de 60 años están en sus casas para un mejor cuidado.