Martín Guzmán renunció a su cargo como ministro de Economía, según un comunicado publicado en la tarde de este sábado en su cuenta de la red social Twitter. En la carta agradeció la confianza depositada por el presidente Alberto Fernández y consideró que quién lo reemplace deberá trabajar en un acuerdo político dentro del Frente de Todos. En ese momento la vicepresidente de la Nación, Cristina Fernández encabezaba un acto en la provincia de Buenos Aires en la localidad de Ensenada, donde volvió a criticar las políticas económicas de la actual gestión gubernamental.
“Con la profunda convicción y la confianza en mi visión sobre cuál es el camino que debe seguir la Argentina, seguiré trabajando y actuando por una Patria más justa, libre y soberana”, afirmó Guzmán con un tuit en el que compartió su carta de renuncia.
A modo de agradecimiento, Guzmán sostuvo en la misiva dirigida al Presidente que “ha sido un verdadero honor acompañarlo en la tarea de poner a nuestro país de pie. Juntos hemos dado pasos para que la economía de nuestro país se recupere y crezca” y sostuvo que “quien Usted disponga tome las riendas del Ministerio que hasta hoy tuve el honor de conducir. Desde la experiencia que he vivido, considero que será primordial que trabaje en un acuerdo político dentro de la coalición gobernante para que quien me reemplace”.
“Al asumir nuestro gobierno, Argentina se encontraba sumida en una profunda crisis económica, social y de deuda, y a ello se le agregó primero una pandemia global y luego la actual guerra en Ucrania, que han sido profundamente disruptivas del funcionamiento del sistema económico internacional”. Y agregó en la misiva que “en la economía, siempre hay disyuntivas. Esas disyuntivas se acentúan cuando los instrumentos con los que se cuenta son de menor calidad. En esa Argentina sin crédito, pobre de instrumentos, se implementó un conjunto de políticas de protección de las capacidades económicas y sociales sin precedentes. Las dos políticas de mayor impacto fueron el programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP), con el que se subsidió hasta el 50% del salario de las y los trabajadores registrados del sector privado, y el Ingreso Familiar de Emergencia (FE) que protegió principalmente a los hogares en donde no se percibían ingresos formales vía transferencias de ingreso que alcanzaron a 9 millones de beneficiarios. La impresionante recuperación económica del año 2021, que incluyó un crecimiento del PIB de 10,4%, una fenomenal recuperación de la industria nacional, la creación de más de 1,1 millón de puestos de trabajo (con una reducción de la tasa de desempleo del pico de 13,1% a mediados de 2020 a 7% en el primer trimestre de 2022), un crecimiento de la inversión de 32,9%, una reducción de la tasa de pobreza de casi 5 puntos porcentuales en un año, y notablemente en un mundo en donde la pandemia fue profundamente desigualadora, una reducción de la desigualdad personal de los ingresos (a pesar de que las restricciones sanitarias tuvieron un mayor impacto en los sectores no registrados de la economía), es en gran medida el resultado de esas políticas – así como de haber destinado los dólares que genera la economía para la reactivación en lugar de destinarlos al pago de deudas públicas externas insostenibles”.
“Ya en 2022, se llegó a un acuerdo con el FMI para poder refinanciar la deuda con el organismo tomada en 2018-2019. El acuerdo también tuvo características absolutamente excepcionales a la luz de la historia entre nuestra República y aquel organismo históricamente dominado por el poderoso establishment financiero internacional”.
“Por la nueva legislación que nuestro propio gobierno había propuesto, por primera vez en la historia un acuerdo con el FMI tuvo que ser sometido a la consideración del Congreso de la Nación para su aprobación, que finalmente ocurrió con 80% de votos afirmativos. Más allá de las incertidumbres que generaron las divisiones en el Congreso, este proceso constituyó un paso histórico hacia adelante para nuestra República”.
Este miércoles tenía previsto Guzmán reunirse con representantes del Club de París con el fin de renegociar la deuda que tiene la Argentina.