La cantante e intérprete Sandra Luna, los temas de su último álbum Vivo, en tradicional y recuperado salón Marabú de la ciudad de Buenos Aires, junto al pianista Pablo Valle.
Juntos armonizaron y ofrecieron un espectáculo único y de alto vuelo, en cuanto a lo expresivo y lo musical interpretativo. Ambos recorrieron un selecto repertorio de tangos clásicos, de esos que perduran en el corazón del público y de los que todos se sienten “dueños” de esos temas que infinidad de veces y a lo largo de casi toda una vida lo cantaron, lo susurraron y se los escuchó, acompañados y solos.
Allí en el Marabú y en el marco de un recital de tangos, con voz y piano, las historias contadas tantas veces, en este caso adquirió una dimensión superlativa en una voz como la de Sandra Luna que tiñe esos tangos con su expresión vocal y con su lenguaje corporal que completa toda una propuesta musical y escénica, con su impronta inevitable.

En cada presentación, Luna logra redescubrir cada tango y ella con su voz y con toda su emoción a flor de piel, convoca a los autores de esas historias cantadas, como Catulo Castillo, Eladia Blázquez, con quienes compartió una amistad, más allá de los escenarios. Historias que la acompañan desde que es una niña, pero qué en cada encuentro con su público, logra una recreación, propia de las grandes intérpretes del tango.
Y la base musical en la que se sostiene este álbum y este show es el piano y la interpretación de Pablo Valle quien se presentó sin partituras. Todo un prodigio en el manejo del instrumento, pero libre y sin ataduras, al momento de improvisar un arreglo, una forma de encarar un acompañamiento, pero sin traicionar la esencia que brilla en cada tango.
La dupla Luna – Valle ha llevado al escenario de Marabú un puñado de temas y con ellos sus historias hilvanadas en un discurso que arriba a una sola conclusión: en materia de tangos, nunca está dicha la última palabra.
La versatilidad, la cuota de emoción, lo gestual y una puesta en escena que acompañó una iluminación acorde y un sonido dispuesto en forma prolija. Todo esto tuvo su lugar en el Marabú.
En cuanto a la placa que lleva por nombre Vivo, fue grabada junto al pianista Pablo Valle en La Usina del Arte, en el marco del Festival BA Tango 2019 y que se repitió en el escenario del Marabú.
El show fue –en las dos ocasiones- un diálogo vivaz y sentido entre el piano y la voz, un ida y vuelta que tiene la frescura del vivo y el estímulo de la platea llena y que gustosa participó en algunos coros y con generosos aplausos ofrecidos de pie.
El repertorio está integrado por clásicos como “Duelo criollo”, “Volver”, “Milonga triste” o “Tarde” a los que Luna dio nueva vida, con la profundidad y el carácter de su interpretación.
También retomó el cancionero de Eladia Blázquez –a quien le dedicó un disco completo- con nuevas versiones de “El corazón al sur” y “Cualquiera de estas noches”. Por su parte, Pablo Valle pone al servicio de la canción un piano que acompaña y que a la vez dice.
Durante una entrevista con El Ágora, Sandra Luna contó sobre este registro fonográfico y cómo llegó a convertirse en una propuesta artística que no se quedó en la retina y en los oídos del público que asistió al recital de La Usina del Arte en 2019, sino que ahora es un álbum que llega a todo el que quiera oírlo y degustarlo.
Has elegido un repertorio muy melodioso, pero que a la vez implica un mayor compromiso interpretativo…
Este repertorio fue elegido para un recital de cuarenta minutos, en el marco del Festival de Tango de Buenos Aires que dimos junto a Pablo Valle en la Usina del Arte en 2019. Es un repertorio que nunca pensé en llevarlo a un disco, pero el director del festival, en ese momento, Gabriel Soria me propuso escuchar el registro grabado y que fue una sola toma y decidí hacerlo y llevarlo a las plataformas. Pero este repertorio es el que acompaña desde siempre y es el que llevo a casi todos los recitales que hago. Estos tangos me acompañan desde siempre; Duelo Criollo lo grabé hace muchos años en el CD Tango Varón; Tarde no lo había grabado al igual que Malena. Son parte de mi repertorio y son tangos que he acunado a lo largo de muchos años y los voy cantando. Para mí la canción, aunque sea la misma, siempre funciona distinto desde la emoción y la espiritualidad y también depende de la circunstancialidad y del público presente, con el espacio donde habita la canción porque le doy un lugar y me presto para interpretarla. Pero, aunque la cante miles de veces, ese hálito que me rodea siempre es diferente.
También en esta oportunidad preferiste un sólo instrumento para acompañarte y otra vez el piano…
A mí me gusta muchísimo el piano y sobre todo cuando puedo dialogar con el músico. Pablo Valle es uno de ellos y que me lee y sabe, me presiente, me invita y me propone. Para el Festival de Tango de 2019 en el que se grabó este material, preferí hacerlo con piano solo y fue una propuesta diferente a lo que muestra el festival. En otras oportunidades me presenté con orquesta, pero en aquella ocasión quise hacer algo más íntimo y además porque el piano me encanta.
El álbum (fonograma) fue grabado en vivo, todo un desafío y sin el “cobijo” de un estudio de grabación…
En realidad, no fue grabado para un fonograma, sino que fue rescatado de la grabación que hizo el festival y que fue grabado en vivo. El que era el director del festival en ese momento, Gabriel Soria, me dijo que “esto es para compartirlo”. Me envió la grabación, la evalué… no estaba cuidada. Pero después de encontrarme con este registro y que me pareció hermoso lo que nos pasó con Pablo (Valle), lo llevé a Bombay Estudio y se lo entregué a Damián Poliak que es el técnico con el que estoy trabajando y así lo hicimos de una manera nueva y en plena pandemia. Así, a la distancia y vía streaming, trabajamos sobre el sonido y resultó esto que se escucha. Es la única toma que hay. Cuando se graban temas en vivo, siempre y en cada versión en vivo se elige la mejor toma, pero en este caso era el único registro.
Hay tangos clásicos y algunos de ellos fueron rescatados del olvido, como Duelo Criollo y Milonga Triste; este último es un tema que te llega al corazón…
Esos tangos y milongas que “rescato del olvido” en realidad son temas que canto desde que tenía siete u ocho años y me tocaron de una manera muy particular. Cuando tuve la oportunidad de grabar el disco Tango Varón que tuvo una proyección internacional y que fue nominado a los Grammy, para ese disco elegí Milonga Triste y Duelo Criollo; son dos historias contadas varias veces y son relatos terribles y llenos de vida, pero que a mí me llegan al corazón, al alma: Los vivo. Cada tema que interpreto y que canto, me entrego a la canción como si fuera un médium y me lleno de alegrías y tristezas; todo lo que me habita surge en cada canción; todo mi ADN emocional. Cuando una aborda temas tan comprometidos como Milonga Triste, una se sana y lo hace también con los que allí están escuchando.
Y retomás algunos temas del cancionero de Eladia Blázquez; esto para vos es, seguramente, conmovedor y movilizador…
Y Eladia, como Gardel, Cadícamo, Manzi, están ahí y son parte de mi vida. En el caso de Cadícamo y Eladia han sido amigos de la vida y de la música. Con Eladia hicimos un disco juntas; ella no pudo verlo terminado, pero lo hice con sus alas porque ella fue la que me convocó y con la que elegí los temas. Fue hermoso hacer ese disco para ella. Y me conmueve siempre porque cuando canto a Eladia, siento que ella está conmigo y la comparto con todos los que allí están. Es cuando canto, siento que todos esos seres me acompañan; estoy poblada de ellos. Me conmueve tanta generosidad de parte de Eladia. Me alegra el alma cuando estas canciones y los compositores me las donan.
Los temas son:
- Duelo criollo (Lito Bayardo/ Juan Rezzano)
- Tarde (José Canet)
- Una Canción (Aníbal Troilo/ Juan Velich/ Audón López/ Francisco De Rose / Cátulo Castillo)
- Fruta amarga (Homero Manzi/ Hugo Gutiérrez)
- Anclao en París (Enrique Cadícamo/ Guillermo Barbieri)
- Volver (Carlos Gardel/ Alfredo Lepera)
- Milonga triste (Homero Manzi/ Sebastián Piana)
- El corazón al sur (Eladia Blázquez)
- Cualquiera de estas noches (Eladia Blázquez)
- Malena (Homero Manzi/ Lucio Demare
Trayectoria
Recorrió escenarios junto a los más grandes exponentes del tango y otros géneros del mundo desde muy pequeña. Estudió música guitarra y piano en el Conservatorio Superior de Música Manuel de Falla. Tomó Masterclass de estilo con grandes maestros del mundo clásico y popular en Estados Unidos y Europa. Cantó con los más grandes directores de orquesta como Mariano Mores, Osvaldo Berlinghieri, Leopoldo Federico, Carlos García, Raúl Garello, Fabián Bertero, Atilio Stampone, Néstor Marconi. Fue convocada por la Orquesta del Tango de Buenos Aires, la Orquesta de Música Argentina Juan de Dios Filiberto, las Sinfónicas de Stanford, Connecticut Grand Opera, entre otras.
Creadora de los métodos “Vivir la canción”, “Respiración y movimiento” y “CEA. Constelaciones en el arte”, surgido de la investigación y el intenso trabajo de integración personal a través de años, nutrido por la confluencia de métodos antiguos y modernos de respiración, expresión corporal, teatro, música, musicoterapia, yoga.
Es Profesora de canto popular, especialista en tango y dueña de una técnica vocal y de interpretación única y es además productora musical. Si discografía incluye los trabajos: “Tangos del alma”, “Tango varón”, “Con las alas de Eladia”, “Solos”, “Inmensidad”, “Amalgama” y “Vivo”.