La pieza teatral Tierra del Fuego, cuya autoría pertenece a Mario Diament, comienza con un hecho real sucedido en 1978; un atentado terrorista que tuvo como escenario la ciudad de Londres, y que dejó un trágico saldo de una azafata muerta y otra –su amiga- herida, ambas muy jóvenes de 25 y 22 años. Este episodio marcaría para siempre la vida de varios protagonistas de esta historia.
Luego de 22 años de ocurrido el atentado, la azafata sobreviviente decide visitar al “asesino” de su amiga. El diálogo entre ella y el exterrorista y ahora recluso, condenado a cadena perpetua pone al desnudo, en el recorrido de la obra, los profundos sentimientos de culpa, los errores cometidos y la necesidad de reparar lo irreparable.
La incomprensión de esta decisión –la visita a la cárcel- aparece descarnada y casi brutal, en la voz y en la piel de diferentes personajes que están decididos a no retroceder un paso en su postura. Allí aparecen: un marido que le reclama cordura y le pregunta una y otra vez el porqué de esta decisión, sin ver ni percibir el camino interno de esta mujer que muestra todo el tiempo la necesidad de lograr la paz, de escuchar al otro en su verdadera dimensión y obtener una respuesta que sólo está en su interior.
Una madre que se coloca en su condición de víctima, ya que ha perdido a su hija, joven y bella, en un hecho trágico e incomprensible que remite a la historia, a 1948 cuando se crea el Estado de Israel. Del mismo modo, el padre de la protagonista cuenta su parte de la historia que le tocó vivir en aquella lucha que costó vidas inocentes y en donde la resignación entra en escena con una frase: “Estábamos en guerra… ¿Qué esperabas que hiciéramos?”
Campos de refugiados, los silbidos de los misiles, el estruendo de las explosiones, el tableteo de las ametralladoras, los controles militares y hasta un abogado que solicita una carta y un perdón, aparecen en el diálogo entre la mujer y el terrorista.
Un recorrido plagado de dolor, tristezas y la impotencia que causa los hechos sucedidos y sin reparación, pero con una esperanza lanzada hacia el futuro corporizada por la imagen de Tierra del Fuego, el lugar donde los dos océanos se unen, allí en el fin del mundo.
Una obra que interpela, atrapa e indefectiblemente lleva al espectador a la ruta de la reflexión y a la necesidad de oír y comprender.
Tierra del Fuego se sostiene en actuaciones sólidas y convincentes; en una escenografía simple pero eficiente; un vestuario que ayuda a definir el perfil de cada personaje y una correcta iluminación que guía los pasos de los actores.
Actúan Alejandra Darín, Carlo Argento, Ricardo Merkin, Juan Manuel Correa, Elena Petraglia y Alejo Mango. La música original pertenece a Sergio Vainkoff; el diseño a Manuel Lamoglia; la fotografía a Gianni Mestichelli; asistente de producción, Alberto Teper; asistencia de dirección, Ana López; y la dirección de Daniel Marcove.
Tierra del Fuego se presenta los martes, a las 20 en el Teatro Metropolitan Sura, Av. Corrientes 1343, CABA.