El manejo del hábitat mediante la incorporación de “plantas insectario” promueve la diversificación vegetal necesaria para incrementar el control biológico por conservación en los sistemas productivos hortícolas. Las “plantas insectario” proveen recursos alimenticios, como néctar y polen, así como refugio para insectos benéficos que se encuentran en sistemas hortícolas.
Esta tecnología de bajo impacto ambiental aporta a la producción hortícola convencional, agroecológica u orgánica la posibilidad de reducir el uso de insecticidas y conservar a los biocontroladores y polinizadores, sosteniendo así la biodiversidad local necesaria para mitigar el efecto del cambio climático y diseñar sistemas productivos sostenibles.
Una práctica que se utiliza para diversificar la vegetación en un agroecosistema hortícola es la incorporación de “plantas insectario”. Las mismas cumplen con la función de atraer y ofrecer recursos alimenticios, tales como polen, néctar, exudados y presas alternativas a los enemigos naturales (parasitoides y depredadores) contribuyendo así al control biológico de las plagas que afectan a dichos cultivos (Parolin et al., 2012).
“El alimento que ofrecen las “plantas insectario” tiene un potencial efecto positivo en la supervivencia, reproducción y establecimiento de las poblaciones de enemigos naturales que actúan sobre las plagas. Por otra parte, al incrementar la diversidad vegetal con las “plantas insectario” se favorecen otros servicios ecosistémicos como la polinización y se da valor a la estética del paisaje productivo”, detalla la ingeniera agronóma del INTA Concordia, Beatriz Díaz.
Sobre este tema, se realizó un trabajo desde el INTA Concordia en el que se presenta una guía para el cultivo de aliso y el diseño para introducir a esa planta a invernaderos en asociación con los cultivos hortícolas. Las flores de esta planta atraen a insectos benéficos, sean enemigos naturales y/o polinizadores que contribuyen a los servicios ecosistémicos de regulación de plagas (control biológico) y a la polinización de los cultivos. Su buen comportamiento agronómico y su floración continua en condiciones protegidas hacen factible su incorporación asociada a cultivos hortícolas, especialmente de hoja, siempre considerando que no sean de su misma familia botánica (Brassicaceas) para disminuir los posibles riesgos de plagas compartidas con los cultivos a los que se asocia.
Guía para el cultivo de aliso
El aliso es una planta nativa de la región mediterránea que pertenece a la familia Brassicacea.
Se comporta como anual o perenne en climas templados. Las plantas se van lignificando en la base a medida que transcurre su ciclo.
Según las variedades comerciales que existen en el mercado, las plantas pueden alcanzar entre 10-40 cm de altura (Figura 1).
Sus hojas son lineares, cubiertas de pelos y de bordes enteros.
En la etapa reproductiva desarrolla una inflorescencia de pequeñas flores blancas o azuladas, que poseen un agradable aroma que semeja al de la miel.
Se usa como ornamental y se incorpora a los jardines y actualmente en algunos países sus flores se comercializan como comestibles.
Desarrolla bien a pleno sol, pero es capaz de tolerar media sombra.
Su floración puede extenderse durante todo el año, salvo en lugares con heladas pronunciadas.
Es una planta de bajos requerimientos en cuanto al mantenimiento, aunque es conveniente realizar podas de rejuvenecimiento para prolongar la floración sostenida y el vigor de la planta.

Su buen comportamiento agronómico y su floración continua en condiciones de invernadero hacen factible su incorporación asociada a cultivos hortícolas, especialmente de hoja, siempre considerando que no sean de su
misma familia botánica (Brassicaceas) para disminuir los posibles riesgos de plagas compartidas, con los cultivos a los que se asocie. Esta tecnología de bajo impacto ambiental aporta a la producción hortícola convencional, agroecológica u orgánica la posibilidad de reducir el uso curativas y conservar a los biocontroladores y polinizadores, sosteniendo así la biodiversidad local necesaria para mitigar el efecto del cambio climático y diseñar sistemas productivos sostenibles.

Augochlora phoemonoe “abeja metálica” (Fam. Halictidae), c. Eristalis sp. “mosca de las flores” (Fam. Syrphidae)
d. Agraulis vanillae “mariposa espejito” (Fam. Nymphalidae), e. Tegosa orobia “mariposa incienso” (Fam.
Nymphalidae), f. Ortilia ithra “mariposa bataraza” (Fam. Nymphalidae)




