La Federación de Obreros y Empleados Vitivinícolas y Afines (FOEVA) advirtió que el inicio de las paritarias del sector, previsto para este miércoles 13 de agosto, se desarrollará en un escenario “complejo” y con alta tensión entre las partes.
“El mayor problema que tenemos a la hora de negociar las paritarias es que nos ponen un límite desde el Gobierno nacional que no coincide con la inflación ni con la canasta básica”, señaló Daniel Romero, secretario de prensa de FOEVA.
Según el dirigente, las cámaras empresarias del sector vitivinícola se apoyan en la palabra del Gobierno sobre una baja inflación, “pero eso no se condice con la realidad diaria de los trabajadores, por eso es imposible negociar un aumento” acorde a sus necesidades.
Romero recordó que en 2024 la situación fue similar: “El año pasado estuvimos seis meses sin aumento porque se ampararon en un índice oficial del 2% y en que el incremento del primer semestre había sido ‘superador’, lo que frenó cualquier avance”.
La negociación también se complica por la cantidad de actores involucrados. El sector bodeguero está representado por 10 cámaras empresariales y el de viña por 9, lo que genera una interdependencia que impide resolver cada caso por separado.
“Los cepos de la Secretaría de Trabajo y la homologación nos atan a seguir la pauta oficial, incluso cuando está lejos de la realidad del trabajador”, advirtió el vocero sindical, anticipando que el encuentro del miércoles podría marcar el inicio de una negociación prolongada y con fuertes diferencias.