Durante la Exposición Rural de Palermo, Case IH presentó sus nuevos desarrollos pensados para el segmento ganadero y forrajero. Hablamos con el gerente de Marketing de la marca, Rodrigo Lanciotti, quien nos contó por qué apuestan a una tecnología accesible y cómo la inteligencia agronómica está marcando el futuro.

—¿Qué es lo que están presentando en esta edición de la Exposición Rural?
Estamos mostrando la línea de tractores Farmall, especialmente aquellos orientados a la ganadería y forraje, como los modelos con palas e inversores eléctricos. Son tractores de mecánica simple pero con prestaciones de clase superior, pensados para que el costo diario y de mantenimiento sea más bajo. Buscamos eficiencia, sin complicarle la vida al productor.
Además, presentamos toda nuestra nueva línea de maquinaria para forraje: rotoenfardadoras, segadoras, rastras, segadoras autopropulsadas y sembradoras de grano fino. Todas con mejoras tecnológicas reales.
—¿Qué significa que son “nuevas”? ¿Cuáles son esas diferencias concretas?
La diferencia no siempre está en la estructura de la máquina, sino en cómo trabaja. Por ejemplo, en nuestras rotoenfardadoras incorporamos sensores de humedad, de presión, velocidad y tipo de atado (con hilo o red). También tienen tomas de fuerza inteligentes que reducen el consumo al conectarse con el tractor.
Es decir, el resultado final cambia por completo. Son detalles, pero hacen una gran diferencia en eficiencia y costos. Además, nuestras máquinas pueden conectarse con las plataformas digitales para monitorear en tiempo real, analizar datos y tomar decisiones. Todo aquello que no se mide, no se puede mejorar.

—También lanzaron una sembradora. ¿De qué se trata esa innovación?
Presentamos la sembradora Air dril, una sembradora monodisco sin rueda contactadora, con un sistema patentado que coloca la semilla en el surco con precisión. Es un desarrollo histórico de Case IH que seguimos perfeccionando.
Es totalmente regulable desde la cabina del tractor, con presiones de carga ajustables, y con tanques de hasta 12.000 litros, lo que da una gran autonomía. También incluye tanques individuales para quienes trabajan con pasturas, permitiendo una mayor flexibilidad.
—Se habla mucho de inteligencia artificial aplicada al agro. ¿Cómo lo están abordando desde la maquinaria?
Nosotros preferimos hablar de inteligencia agronómica. Es el siguiente paso: no solo relevar datos, sino tomar decisiones automáticamente. Por ejemplo, antes teníamos sensores que informaban al operador qué pasaba en la cosecha, pero era él quien debía actuar. Ahora, con el sistema Automation, la máquina regula todo sola.
También aplicamos inteligencia para limpiar y procesar mapas de rendimiento, para que el productor reciba información clara y accionable. Es decir, simplificamos el acceso a la tecnología: que sea compatible, fácil de usar desde el celular o la tablet, y realmente útil.
—En un contexto económico cambiante, ¿cómo están viendo el año? ¿Qué proyectan para el cierre de 2025?
Venimos de una campaña buena, mejor que el año pasado, y eso da aire y optimismo. El productor argentino siempre apuesta, y hoy más que nunca nos consulta: ¿cómo mejoro mi eficiencia con lo que tengo? ¿Cómo mido, cómo capacito a mi gente?
Ahí estamos nosotros. No siempre se trata de renovar el parque de máquinas, sino de acompañar al productor en su evolución, con capacitaciones, con tecnología útil y con presencia.
—¿Cuál es el mensaje final para el productor que visita la Rural?
Que se acerque, que pregunte, que se capacite. La tecnología no tiene que ser complicada, tiene que ser útil. Nuestro compromiso es ese: poner a disposición soluciones que hagan más fácil y eficiente el trabajo en el campo, sin perder de vista el contexto ni las necesidades reales.




