Como todos los años desde el 2008, cuando se celebró por primera vez, el Día Internacional de las Mujeres Rurales reconoce la función y contribución decisiva de la mujer rural, incluida la mujer indígena, en la promoción del desarrollo agrícola y rural, la mejora de la seguridad alimentaria y la erradicación de la pobreza rural.
Mujeres de diversas edades y de todos los rincones del país están ocupando diferentes puestos en los terrenos rurales, representando el 50% de la mano de obra agrícola según datos estadísticos de la ONU y la W20. En su día la Red de Mujeres Rurales de la Argentina, productoras y empresas reflejaron a través de testimonios sus características y vivencias.
El Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) presento, a través de la Mesa de Políticas de Género, un documento denominado “BUENAS PRÁCTICAS DE GÉNERO PARA LA IGUALDAD DE OPORTUNIDADES LABORALES EN LA TOMA DE DECISIONES” que tiene el propósito de promover la igualdad de oportunidades laborales y de toma de decisiones, independientemente del género, en el ámbito de toda la cadena agroindustrial, difundiendo experiencias y prácticas positivas desarrolladas en otros espacios, con mirada inclusiva y federal.
El trabajo se basa en el reporte “Buenas Prácticas de Empresas WEPs en Argentina” de ONU Mujeres, en el marco de la Agenda ONU 2030 y sus objetivos específicos ODS 5: “Lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y las niñas” y ODS 8: “Promover el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo y el trabajo decente para todos”.
Algunos puntos destacables son garantizar las mismas oportunidades para todas las personas en el acceso al trabajo; promover espacios de trabajo que permitan conciliar la vida y el trabajo e impulsar la corresponsabilidad y garantizar que las personas tengan iguales oportunidades a lo largo de toda la carrera laboral. http://elagora.com.ar/wp-content/uploads/2021/10/Buenas-practicas-CAA-Genero.pdf
Desde la Red impulsaron una campaña de comunicación a partir de la consigna #ManosRurales con videos y participación de las productoras y profesionals relacionadas al agro en redes sociales.
Las organizadoras explicaron que en la Red promueven “la acción colectiva, buscamos avanzar en comunidad y ser un canal para crear vínculos sólidos, que generen cambios que mejoren la vida de las mujeres rurales.Unidas co-creamos proyectos, llegando a lugares que nadie ocupa, abriendo puertas a todas las mujeres que desean sumar su mirada para transformar la sociedad, convirtiéndonos en protagonistas de nuestra propia historia”.
Testimonios
A modo de reconocimiento Case IH presentó los testimonios de Ana Peralta y Julieta Ferrari Marcellino. Peralta es titular de la empresa familiar Don Alberto, en los campos bonaerenses de General Villegas, Pehuajó, Adolfo González Chávez, Tres Arroyos y Coronel Dorrego. Allí, la compañía ofrece servicios como contratistas y trabajan diferentes cultivos como la cebada, el trigo, la soja y el maíz en alrededor de 7.500 hectáreas, junto a dos cosechadoras Case IH modelos 8230 y 6130.
Para Peralta, “la presencia femenina se ve en muchas mujeres ingenieras que hoy están a cargo de campos. En nuestra empresa una de mis hijas es tractorista junto a sus hermanos, eso hace algunos años era increíble de pensar y muy difícil por la logística. Hoy la comodidad de las casillas hace eso posible”, y agregó: “Creo que la mujer está muy bien formada y cuando decide realizar una tarea se involucra para lograr lo mejor. A largo plazo, veo que es un campo donde la igualdad se mide por resultados, no importa si sos hombre o mujer. Hoy no es la fuerza, sino el uso de tus habilidades y capacidades define tu eficiencia”.
Por su parte, Ferrari Marcellino, es productora y encargada del área administrativa en las empresas familiares Ferrari Edgardo y Explotación Ganadera la Peña S.R.L, al sur de la provincia de Córdoba. Como mujer vinculada al agro, Ferrari explicó: “hace poco más de diez años que estoy trabajando en el sector y he notado una gran evolución. Si bien parece un rubro considerado ‘de hombres’, me costó un poco al comienzo pero con el apoyo de mi familia me fui acomodando y adaptando y, hoy en día, me considero una mujer agropecuaria”.

En la misma sintonía, BASF conversó con tres mujeres para hablar del camino recorrido: Inés Amuchástegui, responsable de operaciones en Tecnocampo; María Soledad Aramendi, vicepresidenta de la Sociedad Rural de Rosario, e Ivonne Rouillon, titular de la Fundación Camino+CONIN.
Sobre los desafíos del agro respecto a la paridad de género, Amuchástegui sostuvo que “hay que potenciar la complementariedad entre los hombres y las mujeres para armar equipos con perspectivas diversas, que terminan siendo más productivos”.
Tanto Aramendi como Rouillon reconocieron los prejuicios de generaciones machistas y consideraron importante superar las barreras culturales con cada vez más apertura, escucha y formación. Ivonne agregó que “el aumento de mujeres que estudian carreras afines al agro permite que hoy se amplíe el rol de la mujer como productora” y María Soledad aportó que “es necesario que más mujeres rodeen este espacio, se formen y participen para construir una red más representativa, donde vayan ocupando más espacios de representación”.
Está demostrado que la mujer posee características que son sus fortalezas como la comunicación, el trabajo en red, emprendedorismo y liderazgo muy dinamizador en el ambiente productivo, además de ser destacadas administradoras de recursos. Hoy gestionan en Argentina 43.399 establecimientos sobre un total de 222.201 explotaciones según datos del Censo Agropecuario 2018 del Indec. Hay un largo camino recorrido en el que se puede reconocer el amor a la tierra, el compromiso con la producción de alimentos y el país.