Liliana Vitale ofreció su espectáculo Me Caigo y me Levanto en el escenario de Pista Urbana, en San Telmo y con una lista de canciones, elegidas especialmente para esta ocasión y con las que transitó un mensaje, con base en una postura clara y precisa de la vida y los valores que la construyeron desde muy temprana edad. “… mi mamá nos enseñó a decir siempre la verdad…” dijo a la concurrencia y en consonancia con su hermano Lito Vitale, presente en la sala y colaborando con la puesta en el sonido.
Vitale interpretó y no sólo con su voz, sus gestos, su cuerpo y todo el histrionismo que posee una artista que ha cosechado aplausos y experiencia a la hora de transmitir sentimientos, palabras que se quedan para siempre y canciones que pasan por el tamiz de su voz pausada y que da lugar a las historias que cuenta y que la atraviesan hasta vivirlas en el escenario.
Y se nota. Se nota que hubo un gran trabajo previo. Además de los ensayos con sus músicos –Facundo Guevara en percusión; Guido Martínez en contrabajo; Alejandro Manzoni en piano-, el trabajo conceptual de aquello que se quiere transmitir, contar, exponer.
Y en ese rumbo anduvo La cantante y sus músicos recorrieron ese territorio conceptual corporizado en 15 temas que hablaron y contaron esas historias; las mismas que expusieron la intencionalidad de la intérprete de dar a conocer lo que siente, lo que piensa y su mensaje y lo que la emociona.

Desde el comienzo con El Marco, el texto de apertura de Georgina Hassan, el show toma la posta de la intención de Vitale de adentrarse en las caídas y las levantadas que la vida nos expone a todos.
Y en el estrecho escenario de Pista Urbana que acerca a los artistas al público, transitaron las canciones. Imaginate que te levantas: canción de Alberto Muñoz. La Burra Calma (A Muñoz). Corre corre corderito (A. Muñoz). A Una Paloma (Idea Vilariño / Daniel Viglietti. Pero no te extraño (Liliana Felipe). Zamba del grillo (Atahualpa Yupanqui). Me caigo y me levanto, texto de Julio Cortázar y que le da nombre al espectáculo. El Corazón es el lugar (Pablo Dacal). A Pique (Juan Quintero). Vamos a levantarnos para ver las flores del jardín (Edgardo Cardozo). Por eso el canto (Nora Benaglia). Fe (Palo Pandolfo). Reverdecer (Perotá Chingó). Lo peor (Ezequiel Borra). Y dos bises que se destacaron: Al amparo del cielo (Liliana Vitale) y Animal tierno y fácil (Horacio Fontova).
Trayectoria
Liliana Vitale es cantante y su repertorio como intérprete y cantautora se inscribe dentro de la canción argentina y latinoamericana. Editó catorce álbumes entre sus trabajos como solista, en dúo junto a Verónica Condomí, junto a su hermano Lito Vitale y sus primeras grabaciones como integrante del grupo MIA. Desde 1975 hasta la actualidad desarrolla su actividad de modo independiente.
En marzo de 2022 comienza en FM Nacional Folklórica su programa “Por eso el canto”, dentro de un formato compartido denominado “Ella sabe”.
Toda su producción discográfica y editorial pertenece al sello independiente CICLO 3 y desde hace más de cuarenta años desarrolla su actividad como docente dando clases de canto y música de modo presencial y virtual.
En 2020 se estrena “Rivera 2100”, dirigida por Miguel Kohan, la película sobre el grupo MIA y el legado de sus padres Esther Soto y DonVi, donde junto a su hermano Lito abren las puertas de la casa familiar para contar algo de la historia de la música independiente en la Argentina.
En 2019 presenta el espectáculo “MOD@ MUÑOZ”, selección de obras de Alberto Muñoz, en Pista Urbana. En 2020, realiza el streaming que se puede ver en su canal de Youtube y edita el libro de canciones y textos del espectáculo.