La tendencia en los barrios porteños antes de la cuarentena era como salida nocturna recorrer bares y disfrutar algún cóctel de autor o de los clásicos negronis o mojitos.
Sin embargo en la Argentina esto no es nuevo. En los años 40 el trabajo de los bartenders empieza a ser más popular y el esplendor se encuentra entre las décadas de los 50 y los 60.
Con tragos propios los argentinos empezaron a participar en concursos internacionales logrando los premios mayores. Entre los primeros se destacan Pedro Vinart, José Carballo y Santiago Policastro, internacionalmente conocido como “Pichín, el barman galante”.
Los tragos argentinos se caracterizaron por su cuerpo y carga alcohólica, son fuertes con gusto local. El ferroviario, el clarito y el Pato son algunos de los clásicos.
1- El ferroviario
Se sirve en un vaso de trago largo con hielo, lleva una parte de Fernet, 3 partes de soda, 1 parte o menos de Cinzano rosso y un toque de jugo de limón, aunque esto es opcional. Se recomienda tener a mano un sifón para ir agregando a gusto.
Policastro fue un hacedor, ganó en 1954 el premio máximo de la coctelería mundial “el Oso de Berna”, con su cóctel “El pato”. “Este cóctel constituye la más grande satisfacción de mi carrera. Tuve el honor y el orgullo de crearlo con licores y bebidas argentinos. “El pato” está dedicado al más criollo y viril de los deportes nacionales llamado así y en el que el valor, la sencillez, el coraje y la hidalguía prevalecen en todos sus participantes”, describió.
¿Cómo hacerlo?
En un vaso cónico colocar en forma de espiral una corteza de naranja y 4 trozos de hielo picado; luego verter:
20 g de curaçao triple sec
10 g de kirsch
20 g de vermouth tipo torino
20 g de vermouth tipo francés
30 g de bitter rojo
50 g de dry gin
Agregar media rodaja de naranja. Beber con 2 pajitas.
Para Pichín “la coctelería es una sola, es el arte de mezclar licores, gustos distintos, todo con elegancia y pulcritud”.
El “Clarito”: una versión del Dry martini sin aceituna y con una tirita de piel de limón.
“Es un “cóctel seco y sobrio, para los que gustan las bebidas de este tipo. Escuchaba las opiniones de los que venían del extranjero y me dolía oírlos hablar de cócteles como los Martini secos y dulces, los Daiquiri, los Alexander… y sin desmerecer su calidad, por cierto inobjetable, sentía que nosotros no tuviéramos un cóctel nuestro, capaz de hacerle una competencia no sólo leal sino honrosa. Un día empecé a ensayar y mezclar, tratando de obtener no sólo un efecto en lo que se refiere a estética, sino combinar armoniosamente densidades y aromas”, explicó Pichin.
En coctelera de vidrio o recipiente colocar:
- Hielo picado del tamaño de una nuez
- Verter 80 g de dry gin y
- 10 g de vermouth tipo francés.
- El 10 por ciento vacío es para que se pueda tomar sin volcar.
- Refrescar la copa durante un minuto, mojar los bordes de la misma con jugo de limón y revolver con cuchara de metal plateado.
- Servir en Copa Coctail.