El Santo Padre Francisco presidió, en la mañana del domingo 9 de octubre, la misa de canonización de los beatos Artémides Zatti, salesiano coadjutor que nació en Italia y vivió su santidad en la Argentina, y Juan Bautista Salabrini, dedicado a la atención de los inmigrantes.
El pontífice destacó que “el obispo Scalabrini, que fundó una Congregación para el cuidado de los emigrantes, afirmaba que en el caminar común de los que emigran no había que ver sólo problemas, sino también un designio de la Providencia”. “Scalabrini miraba más allá, miraba hacia el futuro, hacia un mundo y una Iglesia sin barreras, sin extranjeros”, añadió. El Papa invitó a que la migración producida por la guerra en Ucrania mueva el corazón de Europa.
Y en referencia al hermano salesiano Artémides Zatti, el Papa afirmó: “Con su bicicleta, fue un ejemplo vivo de gratitud. Curado de la tuberculosis, dedicó toda su vida a saciar las necesidades de los demás, a cuidar a los enfermos con amor y ternura. Se dice que lo vieron cargarse sobre la espalda el cadáver de uno de sus pacientes”. Añadió el pontífice que “lleno de gratitud por lo que había recibido, quiso manifestar su acción de gracias asumiendo las heridas de los demás”.
Durante la lectura de la biografía, se recordó que Zatti “para atender a los enfermos en su domicilio recorría la ciudad en bicicleta e, incluso, cruzaba Río Negro para llegar a Patagones”.
“Vestido con la bata y llevando el maletín con medicinas e instrumentos, sostenía el manillar con una mano y con la otra desgranaba las cuentas del rosario”, se añadió.
Enfermero y religioso salesiano. Durante cincuenta años se dedicó a la atención de los pobres y enfermos de Viedma, Río Negro, donde dirigió uno de los primeros hospitales de la Patagonia argentina.
Artemides Zatti nació en Boretto, en la provincia de Regio Emilia, el 12 de octubre de 1880, del hogar de Luis Zatti y Albina Vecchi, una familia granjera. Desde pequeño se acostumbró al trabajo y al sacrificio. Obligados por la pobreza, en 1897 la familia Zatti emigró a la Argentina estableciéndose para iniciar una nueva vida en Bahía Blanca. Allí Artemides empezó a asistir a la parroquia a cuyo cargo estaban los Salesianos y se convirtió en un ayudante del párroco, Padre Carlos Cavalli, con quien compartía a menudo el trabajo y la oración. Sentía el deseo de ser Salesiano y fue aceptado como aspirante por el Obispo Cagliero y, cuando cumplió veinte años se integró a la Comunidad en Bernal.
Tuvo que atender a un joven sacerdote que estaba enfermo con tuberculosis y que murió entonces en 1902. El día en que Artimides debía recibir su hábito, también él contrajo la enfermedad. Cuando volvió a la comunidad, el Padre Cavalli lo envió al hospital de la misión en Viedma. El Padre Evaristo Garrone, con gran experiencia en ello, estaba a cargo del hospital. Artemides, junto con él, solicitó y obtuvo de María Auxiliadora la gracia de recuperarse, prometiendo dedicar su vida entera a la atención de los enfermos.
En 1914 adquiere la ciudadanía argentina. En 1917 obtiene en la Universidad de La Plata el título de “Idóneo en Farmacia”, y luego el de Farmacéutico. En 1948 se matricula como “Enfermero”.
En 1950, Zatti se cae de una escalera y es obligado al reposo. Después de unos meses se manifestaron los síntomas de un cáncer. Murió el 15 de marzo de 1951.
Su fama de “enfermero santo” se extendió rápidamente y el templo de la obra salesiana de Viedma, donde reposan sus restos, se convirtió en lugar en lugar de veneración popular. Cinco años después de su muerte, el pueblo de Viedma le dedicó un monumento. Y en 1975, la comunidad cambia el nombre del hospital regional por “Artémides Zatti”.
Una vida desbordante de bondad y de dulzura, a tal punto que todos llamaban a esta bella figura de salesiano coadjutor “un ángel que se hizo enfermero”. Habiéndose obtenido un milagro por su intercesión, fue declarado venerable por Su Santidad Juan Pablo II en 1997 y el papa Juan Pablo II lo declara beato de la Iglesia católica el 14 de abril del 2002.
Con información de Vaticana Newss, AICA, ACI prensa y zatti.org