Jimmy Carter, quien gobernó Estados Unidos entre 1977 y 1981, falleció a los 100 años en su casa de Georgia, según un comunicado difundido por la familia. Pese a que su presidencia fue considerada un fracaso, su labor humanitaria y diplomática posterior lo hicieron merecedor de numerosos elogios, incluyendo el premio Nobel de la Paz.
Carter, el presidente número 39 de los Estados Unidos, había decidido pasar los días finales de su vida recibiendo cuidados paliativos en su hogar en lugar de seguir internado en un hospital, esto luego de haber sufrido en los últimos años varios problemas de salud, incluyendo un cáncer de hígado y cerebro y varios accidentes domésticos que derivaron en ingresos a centros médicos.
De acuerdo con la prensa estadounidense, el expresidente —el más longevo en la historia del país— había realizado los arreglos pertinentes para que cuando falleciera fuera enterrado en un lote frente a su casa de la ciudad de Plains, de donde era oriundo.
Nacido el 1 de octubre de 1924, James Earl Carter Jr. asistió a la Academia Naval de Annapolis y se graduó en 1946. Al poco tiempo se casó con Rosalynn Smith, su novia de toda la vida y vecina de su ciudad natal. Con ella tuvo cuatro hijos: Amy Carter, Donnel Carter, John Carter y James Carter.
A comienzos de los años 50, cuando Carter estaba a punto de enrolarse como oficial de ingeniería en el submarino Seawolf, la noticia de la muerte de su padre provocó que regresara a su casa y se ocupara de la granja familiar —dedicada al cultivo de maní—, que atravesaba momentos difíciles tras una brutal sequía.

Carter se involucró desde joven en asuntos comunitarios y hasta se había convertido en diácono de la Iglesia Bautista de Plains. Decidió entonces ingresar en la política de su estado, primero ocupando un cargo en la Junta de Educación local.
Al poco tiempo ganaría las elecciones como senador estatal de Georgia, siendo reelegido en 1964. Sintiéndose imparable, el militante del Partido Demócrata se presentó como candidato a gobernador de su estado, terminando en el tercer lugar.
Pese al revés, que según sus biógrafos lo empujó a una profunda depresión, volvió a presentarse a los comicios de gobernador y en este segundo intento obtuvo el triunfo. El perfil de Carter se elevó hasta las portadas de los diarios y revistas de alcance nacional, que destacaban su lado progresista en un entorno, el sur estadounidense, marcado por los valores conservadores y el racismo.
A finales de 1974, cuando todos descontaban que se presentaría para su reelección como gobernador, Carter sorprendió a todo el mundo decidiendo que buscará la nominación para ser el candidato presidencial demócrata en las elecciones de 1976.

Jimmy Carter durante su acto de inauguración, en 1977 © AP Photo / SUZANNE VLAMIS
Eran los años posteriores al escándalo Watergate. Con Estados Unidos todavía enlodado en la desastrosa guerra de Vietnam. El demócrata, que hizo campaña a lo largo y ancho del país durante dos años con un mensaje centrado en la necesidad de volver a tener un gobierno honesto, se hizo con la nominación de su partido, eligiendo al senador de Minnesota Walter F. Mondale como compañero de fórmula.
Su racha triunfal continuaría a nivel nacional. En las elecciones del 2 de noviembre de 1976, Carter se impondría a su rival republicano, el presidente Gerald Ford, por un estrecho margen, obteniendo 297 votos electorales contra los 240 conseguidos por el sucesor de Richard Nixon.
Algunas acciones internacionales:
Enero de 1977: Carter jura como el 39.º presidente de los Estados Unidos. En su primer día completo en el cargo, perdona a la mayoría de los evasores del servicio militar de la época de Vietnam.
—Septiembre de 1977: Estados Unidos y Panamá firman tratados para devolver el Canal de Panamá a Panamá en 1999. El Senado los ratifica por un estrecho margen en 1978.
— Septiembre de 1978: El presidente egipcio Anwar Sadat, el primer ministro israelí Menachem Begin y Carter firman los acuerdos de Camp David, que conducen a un acuerdo de paz entre Egipto e Israel al año siguiente.
— Noviembre de 1979: Militantes iraníes asaltan la embajada de Estados Unidos en Teherán y toman 52 rehenes. Todos sobreviven y son liberados minutos después de que Carter dejase el cargo en enero de 1981.
Posteriormente, ya lejos de la Presidencia estableció el Centro Carter sin fines de lucro en 1982 junto a su esposa Rosalynn, el político se dedicó hasta los últimos meses de su vida a construir hogares para la organización Habitat for Humanity, así como también a financiar la erradicación de la enfermedad del gusano de Guinea y hacer las veces de mediador en numerosos conflictos internacionales.
“Cuando dejé la Casa Blanca era un hombre bastante joven y me di cuenta de que quizá me quedaban 25 años más de vida activa”, explicó Carter en una entrevista, “así que aprovechamos la influencia que tenía como expresidente de la nación más grande del mundo y decidimos llenar vacíos”.
En el 2002 fue merecedor del premio Nobel de la Paz “por sus décadas de esfuerzos para resolver conflictos internacionales”, según explicó el comité organizador sueco. En aquel momento, la distinción a Carter fue interpretada como una crítica de Estocolmo a la invasión de Estados Unidos llevada adelante por George W. Bush.
En marzo del 2011, Carter visitó por segunda vez Cuba en una visita de tres días para reunirse con el entonces presidente Raúl Castro. Al mes siguiente encabezó una misión diplomática en Pyongyang para aliviar las tensiones entre Corea del Sur y Corea del Norte.
En los últimos años, Carter se hizo merecedor de tres premios Grammy por narrar los audiolibros de las distintas obras literarias que publicó, varias de ellas autobiografías, y continuó dando clases en la Universidad de Emory.
Con información de Agencia Sputnik y AP.