Los accionistas de Fiat Chrysler (FCA) y el propietario de Peugeot PSA dieron su aprobación el lunes a una mega-fusión de 52.000 millones de dólares, uno de los últimos pasos hacia la creación de Stellantis, el cuarto fabricante de automóviles más grande del mundo.
Con una producción anual de alrededor de 8 millones de vehículos en todo el mundo e ingresos de más de 165.000 millones de euros (203.000 millones de dólares), se espera que Stellantis juegue un papel clave en el salto de la industria del automóvil a la nueva era de la electrificación. Tendrá 14 marcas, desde Fiat y Maserati a las estadounidenses Jeep, Dodge y Ram hasta las tradicionales europeas Peugeot, Citroën, Opel y DS de PSA.
Stellantis no reemplazará las marcas en los capós de los vehículos pero sustituirá a PSA y a FCA como nombre del grupo.
Stellantis es el participio presente del verbo latín “stello”, y puede traducirse por “resplandeciente” o “plagado de estrellas”, como sus nuevas marcas. El origen latino del nombre “rinde homenaje a la historia rica de las dos empresas fundadoras”, según PSA y FCA. La evocación de la astronomía, con una constelación de marcas “sugiere el verdadero espíritu de optimismo, energía y capacidad de renovación que inspiran esta fusión que va a cambiar la industria del automóvil”.
En dos reuniones extraordinarias de accionistas separadas, celebradas virtualmente debido a la pandemia, los inversores de cada grupo respaldaron la fusión con índices de aprobación superiores al 99% de los votos emitidos.
“Estamos listos para esta fusión”, dijo el presidente ejecutivo de PSA, Carlos Tavares, en la reunión por vía telemática, agregando que la fecha final para el cierre del acuerdo se anunciaría en breve.
La estructura de acciones se modificará como parte de la fusión, y los derechos de voto dobles existentes —que se acumulan con el tiempo y dan a los inversores más peso en las decisiones— no se mantendrán.
Tavares, que tomará el timón del grupo fusionado, tendrá que reactivar el negocio del fabricante de automóviles en China, racionalizar un imperio mundial en expansión y hacer frente al enorme exceso de capacidad, así como centrarse, como sus rivales, en la creación de automóviles más limpios. El presidente de FCA, John Elkann, futuro presidente del directorio de Stellantis, sostuvo que el nuevo fabricante de automóviles “desempeñará un papel destacado en la próxima década, cuando se redefina la movilidad”.
El presidente ejecutivo de FCA, Mike Manley, que dirigirá las operaciones clave de Stellantis en América del Norte, dijo que el 40% de las sinergias esperadas de la fusión -proyectadas en más de 5.000 millones de euros- provendrán de la convergencia de plataformas, de transmisiones y de la optimización de las inversiones en investigación y desarrollo.
FCA cuenta con “más de 100” plantas industriales en el mundo, de ellas 22 en Europa y Turquía, en Italia y en Polonia, y 26 en América del Norte, en torno a Detroit y a México. El grupo contaba con 192.000 empleados a finales de 2019.
PSA está presente en más de lugares en el mundo, con 209.000 empleados, sobre todo en Francia y Alemania, pero también en China y América Latina.
Fuente: Reuters/ SWI