El Fondo Monetario Internacional afirma que existe un “escenario incierto” para las finanzas del mundo en los próximos dos años y rebajó la previsión de crecimiento económico mundial del 2,9% al 2,8%, muy lejos del porcentaje que se alcanzó en 2022, cuando fue del 3,4%. Dentro de los países en crecimiento destacados no figura Argentina.
La entidad asegura que al complicado panorama de elevada inflación y la guerra en Ucrania, se suma la reciente crisis en el sistema financiero con la quiebra de varios bancos en todo el mundo.
Se vienen dos años de desafíos financieros para las economías de todo el mundo. Una conclusión a la que llegan los directivos del Fondo Monetario Internacional (FMI) durante su reunión de primavera y que se ve reflejada en las cifras de crecimiento que pronostican en el informe de abril.
Al prestamista internacional le preocupa que la crisis en el sistema financiero de Estados Unidos y Suiza dé paso a un efecto dominó en otras entidades y termine socavando el ya complejo escenario bancario en otras latitudes.
“Con el reciente aumento de la volatilidad de los mercados financieros, la niebla en torno a las perspectivas económicas mundiales se ha espesado”, dice el comunicado oficial del FMI, en el que también se añade que “la incertidumbre es alta y el balance de riesgo lo hemos desplazado firmemente a la baja, mientras el sector financiero permanece inestable”.
Se espera que las economías avanzadas experimenten una desaceleración pronunciada en su crecimiento, cayendo desde el 2,7% que registraron en 2022, hasta el 1,3% que se espera que reporten en 2023.
De esas economías avanzadas, dos de las que el FMI destaca que tendrán un crecimiento negativo son Alemania (-0.1%) y Reino Unido (-0,3%); mientras prevé que España, Francia y Rusia alcancen un Producto Interno Bruto (PIB) del 0,7%.
Para Latinoamérica y el Caribe, se proyecta un crecimiento del 1,6% para este año, dos décimas por debajo de lo esperado anteriormente, y muy lejos del crecimiento del 4% que registró en 2022.
Buenas noticias en medio de un panorama sombrío
Aunque desde la pandemia del Covid-19 varias organizaciones financieras han pronosticado escenarios complejos para las economías de todo el mundo, hay algunos países en los que se auguran buenos tiempos.
Ese es el caso de Rusia, que pese a las múltiples sanciones que Occidente ha puesto en su contra como represalia a la invasión de Ucrania, se estima que crecerá 7% en 2023, cuatro décimas más de lo pronosticado en el informe de enero, lo que muestra que los intentos del bloque occidental de ahogar su economía no han sido del todo efectivos como EE. UU. y la Unión Europea esperaba.
“El crecimiento de Rusia de 2023 es fruto de un remanente importante de la actividad en 2022, año en el que se tomaron medidas fiscales muy fuertes y en el que bastante del gasto fiscal estuvo relacionado con los gastos militares”, dijo el director de investigación del FMI, Pierre-Olivier Gourinchas.
Para Estados Unidos también se pronostican mejores tiempos. La entidad prevé que la primera economía crezca 1,6% en 2023 desde el 1,4% que había previsto en enero. También subió una décima la perspectiva para 2024 hasta el 1,1%, pero advirtió del peligro de las “perturbaciones en los mercados financieros”.
En cuanto al panorama inflacionario de referencia global, se prevé que este caiga del 8,7% que se registró en 2022 al 7,0% en 2023, un alivio auspiciado por los bajos precios de las materias primas.
Con información de Reuters y France24.