Los representantes de Consejo Foresto Industrial (CONFIAR) llevaron a funcionarios nacionales sus propuestas, pedidos y proyectos para hacer de la industria de la madera nacional – tanto en construcción como en muebles – un pujante polo productivo. Una infraestructura logística actualizada, desarrollo de la biomasa forestal como energía, la urgente necesidad de implementar nomenclaturas y reglamentos técnicos que unifiquen criterios, potenciar el comercio exterior, certificaciones e innovación tecnológica entre los temas más destacados.
“El sector maderero argentino tiene una larga tradición de calidad y sostenibilidad. Nuestra industria no solo es capaz de satisfacer la demanda interna, sino que también tiene el potencial de expandirse significativamente en mercados internacionales. El desarrollo que planteamos podría impulsarnos a desarrollar aún más nuestras capacidades productivas, mejorar la tecnología y optimizar los procesos de manufactura, lo que beneficiaría a toda la cadena de valor de la madera en Argentina” afirmó Mercedes Omeñuka, presidente de FAIMA.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Fabricantes y Representantes de Máquinas, Equipos y Herramientas para la Industria de la Madera – ASORA, Osvaldo Kovalchuk, marcó en su intervención la brecha tecnológica que existe entre las grandes empresas y aquellas que no acceden a la tecnología. “Es muy importante contar con herramientas de financiamiento para que las pymes puedan ser competitivas, porque está demostrado que cuando pueden acceder a líneas de crédito con condiciones razonables, las pymes invierten”, enfatizó Kovalchuk.
El presidente de ASORA también señaló la importancia de “generar conciencia en la utilización de lo que hoy son residuos de las industrias de la madera y que, en realidad, son una fuente de biocombustible que se pueden usar en diferentes modelos industriales”. Recordó que “a Europa le costó 30 años tomar conciencia de este tema” y que sería “inteligente aprovechar y aprender de esa experiencia para darnos como país una política que nos permita aprovechar la totalidad del recurso madera”.
Finalmente, Kovalchuk manifestó la necesidad de desalentar la importación de maquinaria usada “que se contradice con la idea de tecnificar a la cadena forestoindustrial para que gane en competitividad y pueda insertarse en los mercados internacionales. Esto no se logra trayendo máquinas usadas. Se logra con automatización, industria 4.0, internet de las cosas, inteligencia artificial y personal capacitado”, concluyó el presidente de ASORA.
LOS PEDIDOS – PUNTO X PUNTO
ACTUALIZACIÓN DE LA INFRAESTRUCTURA LOGÍSTICA –se trata de poder ampliar la Capacidad Ferroviaria actual, consistemas ferroviarios eficientes y de alta capacidad que ayuden a reducir costos y tiempos de transporte. También el necesario Desarrollo de Infraestructura Portuaria, para mejorar y ampliar las instalaciones portuarias que faciliten la exportación de productos forestales, asegurando que los puertos tengan la capacidad de manejar grandes volúmenes de carga y ofrecer servicios eficientes de carga y descarga.
MATERIA ENERGÉTICA PARA LOS POLOS FORESTO INDUSTRIALES – se necesitan urgentes mejoras de las líneas de transporte del tendido eléctrico. Y, además, se busca promover la inversión en fuentes de energía renovables como biomasa, energía solar y eólica.
REGLAMENTACIÓN –es fundamental realizar una evaluación integral de los reglamentos técnicos actuales aplicables a la industria maderera para poder luego identificar qué áreas requieren actualizaciones para alinearse con las mejores prácticas internacionales y las necesidades actuales del sector. Asimismo, se necesita crear nuevos reglamentos técnicos que aborden aspectos emergentes de la industria maderera, como la sostenibilidad, la eficiencia energética y la innovación tecnológica. También asegurar que los nuevos reglamentos promuevan la competitividad y el crecimiento del sector y adaptar e incorporar normas internacionales reconocidas para garantizar que los productos madereros cumplan con los estándares globales de calidad y seguridad.
COMERCIO EXTERIOR – sin dudas uno de los puntos más importantes, que incluye varios aspectos a tener en cuenta para un mejor proceso comercial. Por ejemplo, la simplificación de los Trámites Aduaneros, con el fin de agilizar y simplificar los trámites relacionados con la exportación de productos foresto-industriales y, además, desarrollar una plataforma digital centralizada para la gestión de documentos y permisos de exportación.
Se busca, igualmente, la FACILITACIÓN DE ACUERDOS COMERCIALES INTERNACIONALES para promover la negociación de acuerdos que beneficien al sector foresto-industrial, reduciendo aranceles y barreras no arancelarias. PROMOCIÓN INTERNACIONAL DEL SECTOR, al desarrollar campañas de promoción internacional que resalten la calidad y sostenibilidad de los productos madereros argentinos. Participar en ferias y exposiciones internacionales para aumentar la visibilidad y las oportunidades de negocio para las empresas del sector.
APOYO EN LA CERTIFICACIÓN Y CUMPLIMIENTO NORMATIVO al proporcionar asistencia técnica y financiera a las empresas para obtener certificaciones internacionales de calidad y sostenibilidad. Establecer centros de asesoramiento que ayuden a las empresas a cumplir con las regulaciones y estándares internacionales y otras cuestiones como la Mejora de Infraestructura Logística para Exportación, el Acceso a Información de Mercados Internacionales y el Fomento de Innovación y Valor Agregado. Protección contra Prácticas Comerciales Desleales, apoyo a las PYMES en la Internacionalización y el Fortalecimiento de las Oficinas Comerciales en el Exterior.
CERTIFICACIÓN DE MADERA ESTRUCTURAL – uno de los puntos clave para que “despegue” el comercio interno de madera en la construcción y podemos seguir los modelos y estándares de los países del primer mundo. Se necesita imperativamente la Creación de Normativas y Estándares Nacionales específicos para la certificación de madera estructural con el fin de asegurar que estas normativas cumplan con los requisitos de seguridad y calidad, así como con los estándares internacionales reconocidos. Desarrollar e implementar un sistema público privado de certificación nacional para madera estructural que sea accesible y confiable y que incluya procedimientos claros para la evaluación, inspección y certificación de madera utilizada en estructuras. Además de promover e intensificar Programas de Formación Continua, Capacitación y Desarrollo de Mano de Obra.
Argentina tiene actualmente un patrimonio de alrededor de 53 millones de bosques nativos y 1,3 millones de hectáreas de plantaciones forestales, alrededor de un 50% de ellas certificadas con sellos por gestión sostenible reconocidos internacionalmente. La foresto-industria de Argentina se provee en un 95% de madera proveniente de dichas plantaciones. El agregado de valor incluye la producción de celulosa y papel; madera y tableros para viviendas y muebles; energía eléctrica y térmica y diversos productos químicos. Todos productos con muy baja huella de carbono y necesarios para la descarbonización de la economía. Con 13.000 productores forestales y más de 6.000 empresas, la foresto-industria emplea en forma directa y formalmente, a unas 100.000 personas y exporta alrededor de 550 millones de dólares anuales. Con este panorama , y según datos de la consultora finlandesa AFRY que indican que el crecimiento del valor de la industria forestal mundial para 2019-2035 será de más de 210 billones de dólares, Argentina tiene una oportunidad única de posicionarse como uno de los jugadores principales del mundo.