La multifacética artista Alex Pandev presentó su espectáculo La Vida no Viene Sola, en la sala Borges 1975, en el corazón de Palermo y lo seguirá haciendo durante todos los miércoles de enero, desde las 21.
Con raíces parisinas, pero por momentos “bien porteño” el show de Alex Pandev transita por situaciones que tienen su eje en la mujer y sus circunstancias con el amor.
Pero no un amor en términos abstractos, sino el amor hacia un hombre que en diferentes momentos pasa de un idilio a la frustración total y sin retorno. Todo sazonado con una cuota de humor ocurrente, profundo y que tiene como resultado, la risa, la sonrisa y la reflexión.
Canciones en francés y el español, son interpretados con una solvencia típica de quien ha transitado escenarios y que conoce al detalle todo lo que quiere transmitir y ofrecer. A cada canción le antecede una secuencia actoral que se muestra espontánea y empática con el público.
Escenas desarrolladas en un formato unipersonal, pero el ignoto interlocutor que no está presente, sí lo está en los gestos, en el monólogo compartido con alguien que no está visible, pero que el arte de Alex lo convierte en alguien tangible.
Es mediante esa expresión corporal –sobre entendida en algunos tramos- que se pone en juego otro de los atractivos de este espectáculo al que no le falta nada: música en un piano armonioso y delicado, ejecutado por Riki Proz y que también ofició de partenaire en algunos tramos.
Y en esa impronta inevitable que Alex Pandev posee, todo está teñido por la dirección y la atenta mirada de Lía Jelín que aportó su experiencia a la hora de transitar el escenario. Y darle a La Vida no Viene Sola, precisamente su razón de ser: Un show furiosamente hormonal y parisino.
Alex Pandev es actriz, cantante, compositora, dramaturga y guionista; una artista completa que suele cantar historias y contar canciones y en esta oportunidad celebra la intensidad del amor con una mirada ácida y parisina.
Sin duda, un show para pasarla bien con una propuesta integral en paso de comedia singular; el amor en todas sus formas para los que lo buscan para aquellos que no saben cómo manejarlo.
En breve charla con El Ágora, luego del show, Alex explicó los orígenes de este espectáculo integral y que la muestra histriónica y audaz.
¿De dónde procede esta propuesta; cuál es su origen?
Te puedo decir que viene desde mi ADN, eso es lo que pienso y que surge naturalmente; es algo que tengo y nada más. Es muy simple.

Esta historia que ofreciste tiene un devenir de sucesos que pueden venir de tu vida propio o de otras experiencias…
Sí, es así porque soy autora, guionista, además de ser columnista en la revista Marie Claire. Mira, durante mi infancia me aburrí mucho y el aburrimiento es productor de la imaginación. Los chicos ahora no se aburren porque tienen un montón de cosas tecnológicas. En cambio, yo me aburrí muchísimo, porque mis padres no estaban… entonces leía mucho; y aburrirme me provocó una imaginación muy fuerte y una creatividad muy presente. Y este show –como otros- es el resultado de mi creación.
Este show es uno de tantos…
Sí, tengo ya cinco obras de teatro, comedias con temáticas distintas, donde la mujer ocupa el primer rol y eso viene naturalmente; el hombre viene muy pegado y es obvio, pero el primer papel es para la mujer, con temáticas distintas y en forma de comedia y la risa me parece muy importante, fundamental.
Y se ve en este formato el papel de la mujer…
Hay muchas mujeres solas y hombres solos pero que no se encuentran y nacen relaciones frías; hay una deshumanización y des idealización del amor. Y para mi están las chicas que buscan el amor y están los machos que no saben cómo manejar ese amor.
Y todo con la dirección de Lía Jelín…
Si, este show se hace con su mirada; ella es una grande, una mujer llena de juventud y brillante. Y yo la hago reír mucho. Es que soy una chica sin filtro. Soy muy peligrosa. (Risas).
Acerca de Alex Pandev
Nacida en Tel Aviv, vivió desde los 17 años en Francia y hace 4 o 5 se enamoró de la Argentina, y desde entonces vive entre dos continentes junto a su compañero de vida, el reconocido músico y percusionista de jazz cordobés Minino Garay, radicado en París desde hace ya 30 años.
Por sus venas corre sangre rusa, macedonia, búlgara, alemana y tártara, aunque su espíritu es francés; su identidad, judía y su corazón, porteño. El humor europeo, al igual que su contagioso desenfado, es algo que le brota por los poros a esta artista autodefinida como “urbana extrema y hyper girly”.
En París, Alex Pandev montó 5 obras de teatro, todas con gran repercusión. “Le cri de la fourrure”, un unipersonal escrito y protagonizado por ella misma, fue uno de los que mayor éxito conoció.
Su primer disco (2014) grabado en francés lleva el título de “L’ Amour Amour”. En Argentina, grabó en 2017 el disco “Mersi”, su primer álbum en español (y algo de francés) con canciones propias y covers, que van del tango al jazz y a la chanson francesa.
En plena pandemia, montó por streaming “Las yeguas de Palermo”, una serie web de 21 episodios disponible en You Tube y en sus redes y con la que se dio el gusto de hablar, en medio de la cuarentena, de sexo, depresión, amistad femenina, amor, egos, felicidad y muchos temas más.
Actualmente, escribe una columna en la revista Marie Claire. Su videoclip del single “La vida no viene sola”, un producto absolutamente desopilante y loco se puede encontrar en todas las plataformas digitales.