La Federación de Acopiadores realizó su tradicional brindis de fin de año en el Recinto de Operaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. Allí, Fernando Rivara, el presidente de la entidad que nuclea a más de 800 empresas, pequeñas, medianas y grandes, muchas con tradición centenaria, recordó que el acopio mueve más de 20 mil millones de dólares en la comercialización de granos, fitosanitarios y combustibles, y es la principal fuente de financiamiento de los productores argentinos.
En su discurso, Rivara criticó la redacción de la Resolución 114 que pospone las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior de trigo en Argentina. “Es rudimentaria -dijo-. Hemos pedido aclaraciones a los funcionarios, sobre todo del artículo 4. Muchos agricultores no entienden que es una prórroga del contrato. Eso genera rispideces entre los productores, los exportadores, acopiadores y cooperativas. Más del 50% de los granos pasan por ahí. Queremos que se aclare”.
“Los fideicomisos son impuestos ilegales. No están sancionados por el Congreso de la Nación. Son disposiciones dictadas por un secretario del Poder Ejecutivo que no deben seguir existiendo. Le pedimos a las entidades de productores, CIARA-CEC y FAIM, que vayan a la Justicia porque les están reteniendo plata sin su consentimiento. Es imprescindible terminar con estas cosas que cotidianamente estamos viviendo”, dijo Rivara.
El titular de los Acopiadores criticó el hecho de que se le saquen recursos a la producción para mantener precios accesibles del pan, la carne y el aceite. “Lo que le falta a los políticos -oficialistas y de la oposición- es coraje para terminar con los privilegios”, dijo y aclaró que ése el mecanismo para terminar con “el déficit fiscal, el origen de todos los problemas que estamos viviendo”.
“El error está en sacarle a la producción, a los que generan trabajo y riqueza. Necesitamos gente valiente que ataque los privilegios”, insistió y ejemplificó: “la sociedad argentina le dona cada año 2.400 millones de dólares a un par de empresas radicadas en Tierra del Fuego”. En tanto, “un empleado del poder judicial no paga impuestos a las ganancias”.
Durante su mensaje, Rivara destacó el aporte del Consejo Agroindustrial Argentino (CAA), creado por instituciones con identidades diversas pero objetivos comunes. “La piedra fundamental es trabajar por una sociedad argentina que sea federal, inclusiva y con posibilidades de ser sustentables en el tiempo”, expresó.
“Muchas veces sale la foto de alguien del CAA con un funcionario pero hay mucho otro trabajo detrás que no se ve: el último sirve de ejemplo. Hay un debate mundial sano y positivo sobre el cuidado del ambiente, un tema que nos incumbe a todos. Detrás de esos debates nobles se esconde la pregunta de quién pagará todo eso. Y hay que tener cuidado: muchos trabajan para que la disminución de los GEI la paguen países que generan el 0.03% y los que generan el 23 o 28% van viendo. El CAA ha hecho un gran aporte para que el gobierno argentino presente una posición sólida, con bases científicas, en consenso con el Mercosur, en la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) que culmina mañana en Egipto. Eso nos enorgullece”, desarrolló.
La pelea por la Ley de Fomento a las Inversiones Agroindustriales es otro de los temas en los que el CAA enfoca sus esfuerzos. “Hace años que venimos trabajando en eso. La ley no sale, está dormida y la necesitamos. Dejen de rosquear, saquen las leyes”, dijo Rivara para agregar que “este Consejo va a seguir trabajando en los desafíos que presenta este país, que tiene impuestos a la riqueza, a la renta inesperada pero nadie contempla la sequía inesperada”.