El presidente Javier Milei aprovechó su estadía en Suiza, y luego de exponer en el Foro Económico Mundial de Davos, se reunió con el CEO de Coca Cola, James Quincey, y participó de un encuentro de trabajo con directivos de empresas y holdings antes quienes reveló sus intenciones de cerrar un tratado de libre comercio con Estados Unidos.
“Tenemos una cordillera rica en litio, plata, oro, cobre y uranio, de los cuales hoy exportamos prácticamente cero por caprichos ideológicos de antaño. Es por esto que estamos buscando avanzar con un tratado de libre comercio con Estados Unidos, y ojalá podamos replicarlo con todas las naciones del mundo”, reveló durante el evento que recibió el nombre de Country Strategy Dialogue on Argentina. Para Milei, la Argentina tiene casi 200 clientes potenciales esperando sus bienes y servicios, y ante este escenario la historia del país “es una hoja en blanco esperando ser escrita”.
El mandatario destacó sus puntos centrales de gestión: “El año pasado alcanzamos un hito económico innegable: logramos tener superávit fiscal sostenido sin estar en default de deuda por primera vez en 123 años de historia”. Tras disertar en Davos con una fuerte crítica al feminismo y la ideología woke, puntualizó: “La bomba hiperinflacionaria que dejaron nuestros predecesores y la pésima reputación crediticia que arrastrábamos como país nos obligó a convertirnos en el mejor alumno de la clase en materia económica. La alternativa era entrar a una crisis económica y social sin precedentes en nuestra historia”.

Por su parte, se jactó de que la brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo se haya reducido, e insistió en la recuperación de los salarios. “Nuestra brecha cambiaria entre el dólar oficial y el paralelo era de 180% y ahora está prácticamente extinta, habiéndose apreciado nuestro tipo de cambio paralelo un 40% en el proceso, motivo por el cual el salario promedio pasó de 300 dólares a 1100 dólares”, subrayó.
“Aprobamos un Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones que le provee un marco fiscal competitivo y seguridad jurídica a largo plazo a las inversiones mayores a 200 millones de dólares”, resumió al tiempo que habló de inversiones recibidas por más de 12.000 millones de dólares.
Luego de detallar su principales medidas, aseguró que todo lo logró “sin un estallido social”, por lo que expuso sus políticas contra los sectores que protestaban a través de piquetes y marchas.
“Durante 2024 tuvimos una corta pero dura recesión, que marcó su piso de 4,5 puntos del PBI en abril, y pasamos a terminar el año con el mismo nivel de actividad que el año anterior”, afirmó, y sumó: “Por consecuencia de esta recuperación, bajamos la pobreza de 54% en el primer trimestre de 2024, a 38% en el tercero, y esperamos que siga en esta vía. Las proyecciones más conservadoras estiman que creceremos 5% en 2025”.
El libertario insistió en que la Argentina vive un proceso de recuperación de salarios y jubilaciones producto del combate de la inflación, y una recomposición de stocks de las empresas que se sobrestockearon y liquidaron inventario a comienzos de 2024. “Ambos factores dinamizan el flujo económico y explican el crecimiento de la segunda mitad del año”, afirmó.

Al igual que en los últimos días, el jefe de Estado reiteró la proximidad en la salida del cepo cambiario sujeto a la tarea de concluir con el saneamiento del descalce de stocks del Banco Central. “Estamos trabajando en distintas alternativas para darle una solución definitiva y poder cerrar el Banco Central para siempre”, concluyó ante la atenta mirada de un selecto grupo de CEOs frente a quienes desarrolló los aspectos más económicos de su exposición. SR-RL