El pueblo de Saldungaray, en el partido bonaerense de Tornquist, fue seleccionado entre los ocho pueblos argentinos que la Subsecretaria de Turismo envió al concurso Best Tourism Villages, organizado por ONU Turismo.
Se habían presentado a la preselección 32 pueblitos rurales argentinos de 17 provincias. Un comité de expertos en el sector turístico analizó estas precandidaturas hasta definir cuáles serían los que terminen participando por representar a la Argentina en este importante concurso internacional.
La iniciativa Best Tourism Villages busca distinguir pueblos de baja densidad demográfica que sean ejemplo de turismo en el entorno rural con actividades como la agricultura, la ganadería o la pesca. En ediciones anteriores fueron elegidos Caspalá, de Jujuy, y La Carolina, en San Luis, entre los mejores pueblos turísticos del mundo.
Parte de una comarca turística consolidada en el sudoeste provincial, su principal atractivo está vinculado al entorno natural del sistema serrano de Ventania, a 100 kilómetros de Bahía Blanca, en el valle del Río Sauce Grande.
Don Pedro Saldungaray, fundador del pueblo, compró los terrenos sobre los que se emplaza el Fortín Pavón, lugar de importancia durante la Campaña del Desierto. Con el paso de los años, el ingeniero civil Francisco Salamone realizó obras emblemáticas que se sumaron a los atractivos históricos del pueblo. Bodega, tambo y quesería familiar complementa la oferta.
Qué hacer en Saldungaray
La plaza principal, llamada Plaza Independencia, es una de las atracciones turísticas de Saldungaray y desde allí se puede observar a la iglesia Nuestra Señora del Tránsito, famosa por contar con una imagen de la Virgen María en posición de reposo que es única a nivel mundial y fue traída a nuestro país desde Francia directamente por Pedro Saldungaray, el fundador del pueblo.
Saldungaray está ubicada a casi 10 kilómetros de Sierra de la Ventana, a la vera del río Sauce Grande y un lindo paseo es recorrer su cauce hasta encontrarse con un portal majestuoso que fue construido por el arquitecto Francisco Salomone y oficia como puerta de entrada al cementerio local.
Para finalizar la visita al Fortín Pavón es una atracción en sí misma: está ubicado a un kilómetro del pueblo y si se lo mira desprevenidamente es un grupo de simples ranchos de madera con techos de paja, pero el lugar alberga una parte importante de la historia argentina y es muy frecuentado por los turistas que se acercan a la zona.
Con información de NA, DIB y Turismo de Nación