Con la finalidad de brindar evidencias para la planificación del retorno a clases presenciales y la reorganización de las actividades educativas, se realizará durante junio y julio una evaluación que incluye una encuesta a 30.000 directivos y docentes de todo el país. También serán consultadas 2.800 familias sobre las actividades realizadas desde sus casas durante el período de aislamiento.
El Ministerio de Educación anunció la realización de la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica, en la que participarán docentes, directivos y familias, para obtener información precisa sobre la respuesta del sistema educativo argentino en el contexto de la emergencia sanitaria por el covid-19.
Con esta evaluación, se relevará el estado de situación de la educación en el marco del aislamiento social, y se analizarán los procesos de continuidad pedagógica desarrollados a nivel nacional, jurisdiccional y escolar. La finalidad de esta iniciativa es brindar evidencias para la toma de decisiones, la planificación del retorno a clases y la reorganización de las actividades educativas, en el marco de la responsabilidad que tiene el Estado Nacional y los Estados jurisdiccionales para garantizar el derecho a la educación.
El ministro de educación de la Nación, Nicolás Trotta, aseguró que “este proceso de evaluación fue aprobado por unanimidad en el último Consejo Federal de Educación, con el acompañamiento de las 23 provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el aval de los sindicatos docentes y del Consejo Interuniversitario Nacional. El diálogo y el consenso con todos los actores de nuestro sistema educativo, también es central para llevar tranquilidad”.

La evaluación, que fue aprobada por la Resolución 363/2020 incluye una encuesta en línea con preguntas abiertas y cerradas, así como entrevistas en profundidad, de las que participarán 5.000 directivos y 25 mil docentes de nivel inicial, primario y secundario de todo el país. Asimismo, se realizará una encuesta a 2.800 familias en conjunto con el Programa de Educación de UNICEF.
La encuesta indagará en las prácticas pedagógicas desarrolladas, las decisiones didácticas que se tomaron, los canales de comunicación utilizados, el tipo de actividades más frecuentes y los materiales o recursos implementados. También se buscará conocer en qué escuelas continuaron activos los servicios de alimentación y anticipar los problemas que pueden presentarse al momento de retornar a las aulas.
Tanto las escuelas como las y los docentes, vienen haciendo un gran esfuerzo para mantener la comunicación con los estudiantes y sus familias y hacer llegar actividades educativas, mediante vías muy variadas. A través de la encuesta a directivos y docentes se busca conocer las propuestas educativas que las escuelas y sus equipos llevaron adelante durante el período de interrupción de las clases presenciales, las condiciones institucionales de organización y sostenimiento de la continuidad pedagógica y las condiciones de enseñanza y de organización del trabajo docente.
Además, se desarrollará una sistematización de experiencias y propuestas educativas de distintos países frente a la pandemia y se incluirá un análisis de la matrícula escolar previa y posterior a la suspensión de clases presenciales con el objeto de diseñar estrategias para la continuidad de las trayectorias educativas.
En contextos de crisis como el actual, las posibilidades de aprovechamiento de los recursos educativos disponibles, de sostenimiento de las interacciones y sus efectos sobre el aprendizaje, no sólo serán heterogéneos, sino que pueden llegar a ampliar las brechas de desigualdad preexistentes.
Por lo tanto, poder obtener información rigurosa sobre la continuidad pedagógica se vuelve fundamental para tomar las decisiones necesarias hacia el retorno a las aulas y para poder acompañar las trayectorias educativas de todos los niños, niñas, adolescentes y jóvenes de la Argentina.