[su_custom_gallery source=”media: 643″ width=”630″ height=”410″ title=”always”]Por Carlos Boyadjian
¿Se acuerdan del Mal de la Vaca Loca? Pasó hace años y tuvo gran repercusión mundial, con decenas de miles de animales sacrificados, aunque en la Argentina, afortunadamente, la enfermedad no pudo ingresar.
Recientemente, científicos del Instituto de Biotecnología del INTA lograron descifrar por primera vez en el país, la información genética de un virus, llamado Orf, que es el agente causal del ectima contagioso, que afecta al ganado ovino y caprino, vulgarmente conocida como “boquera”.
Es una enfermedad que se desarrolla y se expande a través de llagas y lesiones en mucosas, en labios y narices, en la piel y también en pezuñas y en las ubres de los animales. También se contagia al ser humano y provoca irritaciones en la piel. Su mortalidad es muy baja (menos del 5%) sin embargo, se expande muy rápidamente en los rodeos y, por supuesto, tiene alto impacto económico, especialmente porque los ejemplares enfermos tienen dificultades para alimentarse bien, pierden peso y calidad de la leche, y las madres llegan hasta a dejar de alimentar a las crías cuando se ulceran las ubres.
En Estados Unidos ya hace unos años habían logrado secuenciar varias cepas y ahora en nuestro país lo hicieron en la secuenciación de cinco genes siguiendo las particularidades que tiene en la Argentina, dos de esos genes tienen gran relevancia para el desarrollo de la enfermedad.
En 1997 y más tarde en 2013 ya se habrían reportado focos infecciones de este tipo de virus en el país, y los últimos casos se registraron en un corral ubicado en la localidad de Balcarce (Bs As) en febrero pasado. Con estos adelantos que la biotecnología pone a disposición de los investigadores ahora será posible avanzar en el desarrollo de vacunas y medicamentos para prevenir o curar este tipo de afecciones.