En 1986, no había ninguna organización nacional en Canadá para las personas que querían promover la igualdad de género. Ese año, dos amigas de la escuela primaria, Nancy Ruth y Susan Woods, comenzaron a discutir qué podían hacer al respecto.
Varios años antes, Nancy Ruth y Rosemary Brown, una política feminista de Columbia Británica, habían acordado que era necesario que las mujeres pudieran orientar las donaciones caritativas para ayudar a otras mujeres y promover la igualdad de género. Sabían que se podía promover el cambio social otorgando subvenciones a las organizaciones comunitarias de base.
Nancy Ruth supo por una encuesta realizada por Women’s Legal Education and Action Fund (LEAF) donde encontró que solo el 2% de las donaciones caritativas de corporaciones y fundaciones iban a servicios para mujeres y niñas. Esto la impulsó a convertirse en filántropa feminista.

¿Qué se necesitaría para lograr la igualdad de género en Canadá? ¿Qué se necesitaría para detener la violencia familiar y la violencia contra las mujeres? ¿Qué se necesitaría para sacar a las mujeres de la pobreza? ¿Qué se necesitaría para que las mujeres y las niñas abrazaran plenamente su poder?
Unas semanas más tarde, después de intercambiar ideas con colegas, Nancy Ruth y Susan Woods, enviaron una invitación: “Vengan a una reunión para hablar sobre erradicar el sexismo en Canadá, para siempre”.
En 1991, se lanzó oficialmente la Canadian Women’s Foundation (Fundación de Mujeres Canadienses). Un grupo de ocho mujeres pioneras fue fundamental para que despegara. Hoy se ha convertido en una de las mayores fundaciones de mujeres del mundo. Con el apoyo de socios y donantes, la Fundación ha recaudado más de $130 millones de dólares y ha financiado más de 2.500 programas en todo el país.
Lanzamiento
Las medidas de aislamiento social necesarias por la pandemia de covid-19 hacen que sea más difícil para quienes están en riesgo de abuso o violencia buscar ayuda de manera segura.
Así es que en el 2020 la Fundación lanza la campaña Señal de Ayuda, una iniciativa que ahora está siendo compartida por organizaciones asociadas en todo el mundo. Y la idea es que llegó para instalarse, más allá de la pandemia.
Señal de ayuda es una señal simple, con una mano, que alguien puede usar, por ejemplo, en una videollamada o en la calle. Puede ayudar a una persona a mostrar en silencio que necesita ayuda y que quiere que alguien se comunique con ella de manera segura.
Existe amplia evidencia de que las situaciones de desastre pueden conducir a un aumento de la violencia de género. Las directivas de salud pública sobre el aislamiento domiciliario pueden aumentar el peligro y el riesgo para las personas en relaciones abusivas.
La Señal de Ayuda no está destinada a hacer referencia a palabras, letras o ideas en el lenguaje de señas. Se consultó a los miembros de la comunidad sorda sobre la señal antes del lanzamiento de la campaña para verificar el uso de este gesto con la mano. (Transcripción de texto de https://canadianwomen.org/)
Si ves la señal
Si ves que alguien usa la señal, comunicate con la persona de manera segura para averiguar qué necesita y qué quiere que hagas.
Es posible que quiera decirte lo que está sucediendo. Es posible que te pida que lo escuches y estés allí para ellos. Es posible que soliciten ayuda para encontrar servicios.
La señal no siempre quiere decir que haya que llamar a las autoridades de inmediato. Significa “llegar a mí de forma segura”. Es posible que quieran que llames a las autoridades, pero, de ser posible, es mejor dejar que ellos tomen la iniciativa.
En Argentina, el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad cuenta con el 114, una línea gratuita que atiende las 24 horas, formada por un equipo de profesionales para ayudar a contener y asesorar a una persona que esté siendo víctima de violencia de género: física, psicológica, sexual, económica, patrimonial, doméstica, laboral, entre otras.
Si vos o alguien que conocés está en peligro inmediato, llamá directamente al 911. Mirá este video para ayudar a una niña en situación de riesgo
La primera semilla
La cantante argentina Coral Campopiano, junto a su amiga y artista Andrea Campbell, ya son parte de la campaña. Y para difundirla sumaron a muchas otras mujeres del ambiente del espectáculo.
Las actrices Gloria Carrá y Natalia Oreiro, las periodistas Débora D’Amato, Sandra Borghi y Débora Plager y la bailarina Laura Fidalgo son algunas de las famosas que ya participaron y difundieron la campaña que, además, cuenta con el apoyo del Observatorio Ahora que sí nos ven.
“Nos pareció re contra práctico que haya un gesto con el que estando en pandemia y sin poder hablar, sin poder decir en voz alta lo que nos pasa, poder comunicar la violencia que alguien puede estar sufriendo”, explicó Campopiano.
La cantante propone que la campaña se extienda más allá del aislamiento obligatorio y que se capacite al personal de todas las áreas que trabajan en los casos de violencia de género.

“Tiene que ver con que esta señal traspase lo que es la pantalla de las llamadas de video o la situación de pandemia, y la usemos para los casos de violencia de género y violencia intrafamiliar en la vía pública y en cualquier lugar, que sea una señal que si algún oficial de seguridad te ve sepa que tiene que accionar y reaccionar con un protocolo para proteger a la víctima”.
Y vos, ¿te animarías a sumarte a esta campaña?