Ser alguien, la historia de un nieto recuperado, fue transformado en una obra de teatro cuyo autor Felipe Foppiano, trae a escena una de las grandes deudas que la democracia tiene con una parte de los argentinos que aún trabajan por la recuperación de los niños nacidos en cautiverio y luego apropiados y sustraídos de sus familias de origen. Se presenta los sábados a las 21 en la sala Teatro Fray Mocho (Aráoz 1047, CABA).
Un matrimonio de clase media acomodada del barrio de Belgrano y una armonía familiar que en apariencia roza la perfección y lo soñado en plano social. Padre e hijo abogados ambos y con cierto éxito en la profesión y una madre dedicada a que nada falte en la casona de Belgrano.
La irrupción de la esposa de nuestro personaje central, se torna indispensable para que aquello que se ocultaba, ahora salga a la luz, con toda la fuerza desestabilizante de la verdad; una verdad que llega para cuestionar los roles de padre, de madre y de hijo.
La llegada de un miembro de la familia que no aparece, pero se lo evoca y es quien desencadena una crisis que solo la verdad histórica podrá colocar las cosas en su justo lugar. Con monólogos insertos en la trama de la obra, se relata tanto los estados de ánimo que van mutando desde lo establecido y sin cuestionamientos, hasta que los vínculos se rompen para que nazcan otros, los que alguna vez tuvieron que ser, pero la marca de la dictadura tiñe de impotencia y de lucha, buena parte de este relato que se niega a ser parte de una historia cerrada, sino todo lo contrario: aún faltan niños que hoy son hombres, para recuperar.
Con actuaciones dramáticas convincentes y que muestra a las claras, el compromiso con esta causa, desde el momento de poner en un escenario esta obra y con un tema –reitero- irresuelto y que llega justo a tiempo para enfrentar las medidas contrarias a esta búsqueda, por parte de las políticas oficiales, pero que sin duda y pese a todo, se seguirá con la labor entrañable de las Abuelas, para encontrarse con sus nietos y, por lo menos, saber de ello
De esta historia llevada al escenario del teatro Fray Mocho, se narra que Juan Pablo Cornejo ronda los 40 años y va a tener un hijo. La noticia desata una tempestad familiar porque sus padres guardan celosamente un secreto sobre su origen e identidad, un secreto que ahora se proyectará sobre la identidad del futuro bebé. Saldrá a luz la verdad que la algunos prefieren tapar.
Actúan: Felipe Foppiano, Silvia Carrizo, Estela López, Gladys Martorell y Oscar Naya. La autoría recae en Felipe Foppiano; la luminotecnia es de Tomás Britos y la dirección y puesta en escena de Oscar Naya. Fotos y Diseño Gráfico: Bárbara Suardiaz.