A las 9.20 (10.20 en la Argentina), el Papa ingresó al Capitolio, donde fue recibido por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, el principal artífice de su presencia allí. Mientras tanto miles de personas se encontraban frente al Capitolio para escuchar al Santo Padre por una pantalla gigante.
“Su Santidad, bienvenido, realmente me alegra que haya venido”, dijo el legislador republicano al ingresar a la Cámara de Republicanos.
Sobre el cambio climático, los problemas de la inmigración y la desigualdad, el Santo padre consideró que exigen que “la gravedad y la urgencia de los desafíos exigen que convoquemos nuestros recursos y nuestros talentos”, y sostuvo que “la política es una expresión de nuestra necesidad de vivir como si fuéramos uno”.
“Aquí tambien pienso en la marcha de Martin Luther King como parte de su campaña para cumplir su sueño, ese sueño continúa inspirándonos. Estoy feliz de que los Estados Unidos continué siendo para mucho una tierra de sueños. Sueños que llevan a la acción a la participación al compromiso”, aclaró el Papa Francisco.
El programa del día de hoy:
El pontífice argentino presidió la misa de canonización de Serra en el santuario nacional de la Inmaculada Concepción, de Washington.
Francisco pronunció en latín la fórmula de canonización y pidió que Serra sea incluido en el Libro de los Santos de la Iglesia Católica.
“En honor de la Santísima Trinidad, por la exaltación de la fe católica y el incremento de la vida cristiana, con la autoridad de nuestro Señor Jesucristo y de los santos apóstoles Pedro y Pablo, después de haber reflexionado largamente e invocado la ayuda divina y escuchado el parecer de muchos de nuestros hermanos obispos, declaramos santo a Junípero Serra”, expresó el Papa.
El arzobispo de Washington, Donald William Wuerl, se dirigió al Papa en español para pedirle “que decrete se publique la carta apostólica sobre la canonización” de Serra, a lo que el pontífice le respondió “así decretamos”.
Luego un representante de los pueblos indígenas evangelizados por Serra, acercó al altar las reliquias del misionero español.
En la homilía, Francisco destacó que el nuevo santo “siempre fue adelante” en su tarea pastoral, por lo que invitó hacer lo mismo hoy como ayer, y pidió “no anestesiar el corazón”.
Serra “supo vivir lo que es la Iglesia en salida, esta Iglesia que sabe salir e ir por los caminos, para compartir la ternura reconciliadora de Dios”, aseguró y agregó: “Supo dejar su tierra, sus costumbres, se animó a abrir caminos, supo salir al encuentro de tantos aprendiendo a respetar sus costumbres y peculiaridades”.
“Junípero buscó defender la dignidad de la comunidad nativa, protegiéndola de cuantos la habían abusado. Abusos que hoy nos siguen provocando desagrado, especialmente por el dolor que causan en la vida de tantos”, advirtió en la primera ceremonia de canonización de la historia de los Estados Unidos.
San Junípero Serra había sido beatificado por san Juan Pablo II el 28 de septiembre de 1988.