Murió uno de los políticos más destacados de la escena italiana: Silvio Berlusconi. Exprimer ministro en cuatro ocasiones distintas, ‘Il Cavaliere’ (‘el caballero’, en italiano), como se le conocía en su país, falleció en Milán a causa de una leucemia que le aquejaba, entre otras complicaciones médicas.
Tras 44 días en un centro médico, Berlusconi volvió a ingresar para someterse a “controles programados” el viernes 9 de junio y su estado se complicó. Su fallecimiento fue algo sorpresivo dado que, según medios locales, al momento de su internación no había “ningún aspecto crítico o alarma” de la que preocuparse.
Fundador del partido ‘Forza Italia’, Silvio Berlusconi se mantuvo a la cabeza de esa tolda política desde 1993. También fue conocido por su condición económica. Multimillonario, fue dueño de varios equipos italianos de fútbol y de Mediaset, reconocida empresa del mundo de las comunicaciones.
Su vida personal estuvo envuelta en varios escándalos, incluso cuando ostentaba el cargo político más importante de Italia. Acusado en 2013 por abuso de poder y prostitución de menores, fue condenado a siete años de cárcel. Una imputación que también dio al traste con su habilitación para ejercer cargos públicos. Sin embargo, un año después fue absuelto por el Tribunal Supremo.
También pesaron sobre él otros señalamientos como el de fraude fiscal, que le acarreó un año de castigo en un geriátrico, donde tuvo que realizar trabajos para la comunidad. Expulsado del Senado italiano, Berlusconi fue desapareciendo del plano político nacional, pero volvió al ruedo con una coalición que llevó a Georgia Meloni a la jefatura de Gobierno.
Distintas personalidades italianas e internacionales se han manifestado por el deceso de Silvio Berlusconi. La actual primera ministra lo catalogó como “uno de los hombres más influyentes de la política italiana”.