Ante la permanencia y el avance de la tucura sapo, especie endémica de la Patagónica Argentina el Senasa dispuso la emergencia fitosanitaria hasta el 31 de marzo de 2021 en la región, según la Resolución N.º135/2020.
El especialista de acridios de Senasa, Héctor Medina, aclaró que “es una especie recurrente, nativa” de esta zona. Avanzó sobre escuelas y localidades pero no transmite ninguna enfermedad lo cual el daño directo al ser humano no existe, sino que la preocupación pasa por la actividad agropecuaria”.
“A diferencia de otras especies como la langosta está no vuela. Esto no quiere decir que no tenga desplazamientos importantes porque se trasladan en grupos y van haciendo daño sobretodo en zonas de mallines, siendo competencia con el ganado de la región”, sostuvo Medina.
Qué es la tucura sapo
Conocida como tucura sapo (Bufonacris claraziana), puede medir hasta 5 centímetros en estado adulto, no posee alas (áptera) por lo que no vuela y se desplaza caminando o saltando.
Es una especie herbívora que se destaca por su voracidad y capacidad de comer todo el material verde que encuentre a su paso –desde los tiernos pastos de los mallines hasta los más duros de la estepa–, tienen una generación por año y poseen una amplia capacidad para adaptarse a distintos ambientes. De hecho, en la Patagonia, el ciclo de vida de las ninfas y los adultos va desde septiembre hasta fines de marzo; mientras que los meses más fríos permanece en estado de huevo bajo tierra.
“El aumento en la población que se registró este año, probablemente sea consecuencia de la sequía que afecta a la zona”, anticipó la especialista del INTA y del Conicet, Valeria Fernández Arhex y analizó: “Los depredadores naturales –hongos y bacterias– se encuentran bajo tierra y necesitan suelo húmedo para desarrollarse. Frente a la falta de agua, los huevos continuaron su desarrollo con una alta tasa de supervivencia, hasta eclosionar y dar origen a una elevada población de ninfas”.
“Cuando la tucura sapo tiene condiciones muy favorables para crecer, el abanico de controladores naturales no alcanza para contenerla”, señaló Fernández Arhex y afirmó: “Se debe tener en cuenta que la etapa perjudicial del ciclo está próxima concluir”.
El aumento en la cantidad de individuos provocó daños en cultivos hortícolas, pasturas y pastizales naturales y amenaza la capacidad productiva de los campos.