Según el relevamiento, realizado por el Departamento de Información Agronómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) en cultivos invernales 2022/23 y estivales 2021/22 durante la segunda quincena de julio, la falta de lluvias permite cosechar el maíz en la región, pero complica al trigo y el garbanzo.
Bajo un contexto de La Niña, los milímetros acumulados durante abril, mayo y junio fueron menores al promedio histórico (2007-2021) en toda la provincia, situación que se refleja en el mapa de contenido de agua en el suelo a un metro de profundidad. Éste va en disminución a medida que se atraviesa el invierno y, de no revertirse esta condición, afectaría negativamente al desarrollo de los cultivos invernales, principalmente aquellos que se cultivan en secano y que no tienen influencia de napas.
Respecto a la última estimación de siembra de trigo, arroja para la presente campaña una caída del 28% interanual en la superficie, la cual sería la más baja de los últimos 8 años. La región este y sur sería la de mayor área implantada, principalmente en los departamentos San Justo, Marcos Juárez y Unión. Hacia fines de julio, la totalidad del área ya se encontraba sembrada.

A la fecha de relevamiento, la BCCCA analiza que “el 64 % del cultivo en pie se encontraba en etapa de macollaje, momento en que el cultivo genera el área foliar necesaria para capturar radiación solar y a partir del cual comienzan a diferenciarse las espiguillas, sobre las que luego se desarrollarán los granos. El restante 36% estaba desarrollando hojas”.

Más del 70% de los lotes presentaba un estado general entre excelente y bueno, correspondiendo en su mayoría a lotes cultivados bajo riego, al tiempo que el 28% se encontraba en regulares y malas condiciones debido al estrés hídrico y a las bajas temperaturas y heladas.
Respecto a la presencia de plagas, se reportó la de pulgón (Schizaphis graminum) y arañuela del trigo (Penthaleus major), con incidencia variable entre media y baja según la zona.
Garbanzo
Para la campaña 2022/23 se espera la menor superficie sembrada con garbanzo de los últimos 11 años, llegando casi a las 12 mil hectáreas, lo que implicaría una caída del 21% interanual y del 69 % con respecto al promedio histórico (2011-2021). La mayor parte del área se sembró hacia el norte de la provincia, concentrándose en los departamentos Colón, Totoral y Río Primero.
En cuanto a las variedades utilizadas, las más nombradas fueron: Felipe UNC- INTA, Norteño y Chañarito.

“Durante la segunda quincena de julio, el garbanzo se encontraba atravesando su estadio vegetativo, es decir, acumulando biomasa, la cual influirá en la definición del rendimiento. En cuanto a su condición general, era muy variable, lotes bajo riego presentaban entre muy buenas y excelentes condiciones, mientras que éstas eran entre buenas y malas para aquellos cultivados en secano, los cuales presentarían un leve retraso en el crecimiento debido a la falta de agua”, detalla el relevamiento efectuado con la Red de Colaboradores del DIA, técnicos referentes distribuidos en toda la provincia, que aportaron sus datos zonales.
La BCCBA detalla las variables productivas de los cultivos estivales, siendo el maíz con un avance del 81% de cosecha y un rinde de 75,2 qq/ha un cultivo que tuvo una disminución significativa de 3.292.400 ha sembradas a 2.724.500 ha para la cosecha, motivada por superficie perdida o forrajera.
Fotos: Colaborador Día/ Información BCCBA.
