Con propuestas lúdicas e innovadoras, los proyectos “Rebel Up” y “Abono Aventura” abordan el reciclaje, el compostaje y las consecuencias de la contaminación.
La Universidad Nacional de Lomas de Zamora (UNLZ) avanza en la creación de herramientas digitales que combinan aprendizaje, creatividad y compromiso ambiental. Dos equipos de estudiantes de la Facultad de Ciencias Sociales presentaron videojuegos que buscan generar conciencia sobre la contaminación, el reciclaje y el compostaje desde una mirada educativa y accesible.
El primero, Rebel Up, fue presentado el 25 de octubre, en el que propone un recorrido futurista por una Buenos Aires devastada en el 2088 tras una catástrofe ambiental y tecnológica. En el juego, el protagonista Rebel y su compañero robótico W4CH1 deben reciclar objetos para transformarlos en herramientas que les permitan sobrevivir en una ciudad dominada por cyborgs.

El proyecto, creado por Azul Gilli, Lourdes Spataro, Ignacio Padilla, Florencia Villalba y Ailén Acosta, bajo la coordinación de los docentes Sebastián Violante y Marcelo Ostres, apunta a “mostrar de manera interactiva y lúdica las consecuencias de la contaminación y visibilizar la técnica del upcycling”, según explicaron sus autores.
En la misma línea, otro grupo de estudiantes desarrolló Abono Aventura, un videojuego destinado a niñas y niños de entre 8 y 12 años que promueve el hábito del compostaje doméstico y su valor en la gestión sustentable de los residuos. En Argentina, cada persona genera en promedio 1,15 kilos de basura por día, lo que equivale a cerca de 18 millones de toneladas anuales.
El juego, coordinado y programado por Martiniano Gorosito junto con Julieta Gil, Enzo Gamarra y Daniel Martos, nació también en la materia Diseño Multimedia, con la tutoría de Violante y Ostres. Su historia parte de un villano, Don Basurín, que contamina el suelo, mientras que el protagonista, Renato, guiado por su abuelo Bosco, debe recolectar y procesar residuos orgánicos para convertirlos en abono.
“Hablar de compostaje es hablar de una práctica doméstica concreta que reduce residuos y mejora la salud del suelo. Mostrar que buena parte de lo que se tira tiene valor es clave para cambiar comportamientos”, señaló Gorosito.
El videojuego combina tareas interactivas, retroalimentación inmediata y componentes emocionales, como el elogio del abuelo o el crecimiento de las plantas, para convertir la enseñanza en una experiencia memorable.
Abono Aventura se presentará oficialmente a comienzos de diciembre y se enmarca en los objetivos de la Ley de Educación Ambiental Integral, ofreciendo una herramienta didáctica concreta para trabajar contenidos ambientales en las aulas de nivel primario.

Con estas dos producciones, la UNLZ reafirma su compromiso con la innovación educativa y la formación de una ciudadanía ambientalmente consciente, sostienen desde la Facultad.
 
			 
		     
                                 
                    




 
							 
							 
							