En medio de la crítica situación provocada por las inundaciones en el centro de la provincia de Buenos Aires —que, según la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP), afectan a unas cinco millones de hectáreas—, autoridades nacionales, provinciales y municipales mantuvieron un encuentro en la ciudad de 9 de Julio para coordinar acciones conjuntas.
Participaron representantes de los ministerios bonaerenses de Infraestructura y Servicios Públicos, Desarrollo Agrario y Seguridad, junto con funcionarios de la Autoridad del Agua (ADA) y una delegación del Ministerio de Seguridad de la Nación. El eje del encuentro fue el estado de situación regional y las medidas para mitigar los efectos de los excesos hídricos.
La reunión se enmarcó en la reactivación de los Comités de Cuencas Hídricas, impulsada por la ADA, que cumple un rol clave en la gestión y el uso intersectorial del recurso. En ese contexto, el Comité de Cuenca del Río Salado, integrado por nueve subregiones, reactivó siete de ellas, mientras las dos restantes se encuentran en proceso.
Durante el encuentro, el presidente de la ADA, Damián Costamagna, señaló: “Ha caído más del doble de la cantidad de agua que debería caer. Estamos en una situación extraordinaria, y los comités de cuenca son herramientas fundamentales para ordenar los recursos hídricos”.

Obras y fondos en ejecución
El Gobierno bonaerense destinó $2.000 millones adicionales para el mantenimiento de caminos rurales, y puso a disposición maquinaria pesada —retroexcavadoras, motoniveladoras, retropalas y camiones— para construir terraplenes y defensas. Además, se realizaron tareas de limpieza de arroyos, canales y drenajes en zonas urbanas.
Uno de los temas centrales fue el avance del Plan Maestro Integral de la Cuenca del Río Salado, una política de Estado vigente desde 1997 que busca mitigar los efectos de las sequías e inundaciones. El proyecto abarca 59 municipios y beneficiará a más de 1,5 millones de habitantes, recuperando hasta 8 millones de hectáreas productivas.
Los tramos I, II y III del plan están finalizados; el tramo IV avanza parcialmente, mientras que el tramo V se encuentra en análisis presupuestario a cargo del Gobierno provincial. Este último prevé la intervención sobre 98 kilómetros del cauce, entre Bragado y Junín, e incluye la adecuación de 10 puentes.
El Nodo de Bragado, una obra complementaria, permitirá mejorar el drenaje de 2,8 millones de hectáreas de la Región Hídrica Área Pampeana Central, aliviando los partidos de 9 de Julio, Carlos Casares, Pehuajó, Trenque Lauquen, Lincoln y otros distritos del noroeste bonaerense.
Reclamos por fondos nacionales
El financiamiento de las obras proviene del Fideicomiso de Infraestructura Hídrica, creado por la Ley N° 23.966, que destina el 4,31 % del Impuesto a los Combustibles a proyectos de prevención y mitigación de inundaciones. Según el Gobierno provincial, entre 2024 y el primer trimestre de 2025 se recaudaron $175.000 millones, pero solo se ejecutaron $13.011 millones —un 7,45 %—, lo que impidió avanzar con los subtramos pendientes del tramo IV.
El Plan Maestro Integral contempla la ampliación de la capacidad del río Salado, con trabajos de dragado, ensanche y profundización del cauce, lo que permitirá un mejor escurrimiento del agua y la recuperación de amplias áreas productivas actualmente anegadas.




