Fue en febrero de este año que Babel Cocina regresó al escenario los sábados en el teatro El Tinglado (Mario Bravo 948, CABA), con la dirección de Rita Terranova, y con este estreno se inició la segunda temporada de esta inusual y original puesta en escena de la cartelera teatral de Buenos Aires.
La obra recibió el Premio Banco Ciudad 2021, otorgado por esa entidad bancaria y el Complejo Teatral de Buenos Aires, y también fue declarado de Interés Cultural por el Ministerio de Cultura de la Nación: Participó del ciclo Abasto Invierno y recibió dos nominaciones al Premio ACE, además de haberse convertido en el mayor fenómeno de convocatoria del circuito off Corrientes del año.
Sobre un texto de Rita Terranova junto a Patricia Suárez, se hilvanan historias y se crean personajes que protagoniza un numeroso elenco de actrices y actores consustanciados en el mensaje de la obra, pero todos ellos unidos por un hecho histórico: la huelga contra la tarjeta de conchabo. Un instrumento de trabajo que sometía y humillaba y que agravaba la situación social en donde la pobreza y la falta de oportunidades era moneda corriente.
Es que la obra se coloca en un contexto en que la historia de nuestro país se escribía con una inusitada desigualdad. La Argentina de fines del Siglo XIX despuntaba como una promesa de abundancia y oportunidades; la época de ser “el granero del mundo”. Pero la realidad era que esa abundancia y esas oportunidades eran para pocos, muy pocos.
Babel Cocina sale al rescate de personajes y sus historias de aquella otra Argentina, la de abajo, la oculta y en ese trajín, el texto de Terranova / Suárez pone en escena un relato variado y en el que se mezclan el desarraigo de los que habitan las provincias y otros que llegaron cruzando el Océano Atlántico, con sus costumbres, sus añoranzas convertidas en nostalgias.
Según su directora, en declaraciones a El Ágora, Babel Cocina se propone como “una comedia, una fábula, fiesta, carnaval, feria… y también una épica, el relato de un instante que hizo historia dentro de la historia argentina”. Con su numeroso elenco, la obra presenta veinte personajes singulares y sus pequeñas vidas privadas, retratados en un momento político único, en la Buenos Aires de fines del siglo diecinueve, “con mucha música, risa, emoción y abundante magia”.
Y en ese mar de personajes e historias, surgen el humor también en forma de bromas y ocurrencias. Esos relatos se corporizan en una florista que no pierde oportunidad de vender, una mendiga que cuenta los días sin comer, un gauchito servicial y enamoradizo, un “chanta” con ropaje de periodista, un porteño con alcurnia prestada, una mujer que extraña a su amor dejado en Italia y hasta una mujer que busca a su hijo llegado a estas tierras.
Todos ellos y muchos más celebran la vida a su manera y con sus límites, pero todos con la convicción de hacer frente a la injusticia y de saberse quienes son y que desean para todos ellos. La historia que tiene la costumbre de repetirse, pondrá las cosas en su lugar.
Diseñada como un relato dentro de otro en distintos planos narrativos, Babel Cocina superpone el hecho histórico real, el devenir de los personajes de ficción y la realidad de un elenco que los recrea desde el siglo veintiuno, varias tramas que se reunirán y resolverán en un final sorprendente.
Rita Terranova expandió sus conceptos para esta obra que llegó para quedarse:
¿Cómo llegó a concebirse esta obra y si es que hubo un “disparador” para crearla y elaborarla?
Yo quería contar una historia de lucha social. Y en esta huelga del servicio doméstico encontramos dos elementos importantes: que no haya habido represión violenta y que haya resultado a favor de los humildes, lo que nos permitía presentar un espectáculo alegre y festivo.
La obra está ubicada en un contexto histórico de fines del Siglo XIX a principios del Siglo XX y en un marco de abundancia, pero que no era tal… En esa situación Babel rescata historias y personajes y las relata en forma paralelas, como en un guión televisivo…
La huelga fue en 1888, durante el gobierno conservador, un tiempo de mucha desigualdad social y de escasísimos derechos para los pobres y trabajadores. En cuanto al relato en paralelo y fragmentado, esto surge en parte del texto original, donde se proponen distintas historias individuales de los personajes que finalmente se encontrarán en la huelga, y también es parte de un tratamiento dinámico y ágil que siempre quise tuviera el espectáculo.
Los personajes representan las clases sociales que habitan una Buenos Aires, con “aire” de aldea y con ganas de ser una gran ciudad… Muchos de los personajes se ofrecen para narrar sus historias: una florista que no pierde oportunidad de vender, una mendiga que cuenta los días sin comer, un gauchito servicial y enamoradizo, un “chanta” con ropaje de periodista, un porteño con alcurnia prestada, una mujer que extraña a su amor dejado en Italia y hasta una mujer que busca a su hijo llegado a estas tierras. ¿Cómo surgieron estos personajes y sus historias?
Mamboretá, Andresito y la costurera están tomados de Evaristo Carriego, en una licencia de épocas que también es parte del juego creativo donde se mezclan estilos teatrales, música y otros elementos dispares. El personaje de María proviene de una tradición española, de madres que perdieron a sus hijos con la emigración a América, y otros son fruto de la imaginación de Patricia o de mis necesidades para el relato, como la florista o el oligarca.
Fue todo un logro del teatro poner en escena a catorce actores y sin escenografía que los contenga, sólo un juego de luces y un vestuario que los define. ¿Qué podrías comentarme al respecto?
Yo trabajo desde los 14 años, y desde las primeras puestas en que lo hice, siempre había muchos actores, ya sea en las cooperativas entusiastas y multitudinarias del primer teatro independiente, que tuve la suerte de llegar a conocer, o en los elencos oficiales, donde podía haber decenas de actores y cuerpo de baile o músicos en escena. La escenografía puede estar o no, a veces es parte importante del espectáculo y otras molesta. Las luces, el vestuario y el trabajo del actor pueden hacerlo todo.
Fue importante el diseño de la circulación de los artistas; fue ingenioso y al mismo tiempo eficaz… Imagino que ejercer la dirección de esta obra, fue todo un desafía, ya que hubo que recurrir –desde mi humilde impresión- a lo creativo, a la intuición, a la hora de que todas estas historias convergen en una sola historia: la primera huelga y el mensaje que ésta dejó.
Trabajamos mucho en Babel Cocina, desde las primeras búsquedas históricas, el texto que fue creciendo junto con las ideas de puesta, y más tarde con el largo tiempo de ensayos. Es un mecanismo de relojería que debe fluir como si fuera sencillo, aunque requiere de mucha precisión, mucho cuidado y ensayo. Y, como te decía, el teatro con mucha gente arriba del escenario es lo natural para mí.
Abundó el humor, la emoción, música y los personajes que dejaron un retrato de época ¿Por qué esa época?
Me gusta el siglo 19, y para este relato en particular me interesó que se tratara de una huelga espontánea, anterior a la formación de los sindicatos y tampoco empujada por partidos políticos. Y para mí, el teatro es emoción. El espectador se deja alcanzar por las ideas a través de la emoción. Y el humor, la música, los bailes, son en nuestro caso parte indivisible del relato, de una concepción del espectáculo donde fondo y forma son lo mismo: queríamos dejar en el espectador un sentimiento de alegría y optimismo, la idea de que la solidaridad puede construir el bien común, algo tan necesario en esta época.
Antes, Rita Terranova dirigió La sirenita (de Hans Christian Andersen. Dramaturgia y dirección. 1993. Lorange), Dos disparos, atípico amor. (Textos de José Sbarra. Dramaturgia y dirección. El Vitral 2000), Otra vuelta (de tuerca de Henry James. Adaptación y dirección. 2004. Teatro del Pasillo), Las estaciones del Amor. (Dramaturgia y dirección. 2010-2011. La Ratonera Cultural), Prueba de Amor (de Roberto Arlt. Dirección. 2015-2016. Andamio 90). ¡Pum en el ojo! (de Aurelio Ferretti. Adaptación y dirección. 2016. Teatro Nacional Cervantes), La Fierecilla Domada (de William Shakespeare. Adaptación y dirección. 2017. Compañía Porteña de Teatro Clásico), Prohibido suicidarse en Primavera (de Alejandro Casona y Papá querido, de Aída Bortnik. 2018. Compañía Porteña de Teatro Clásico).
En la actualidad el elenco de Babel Cocina lo integran Claudia Cárpena, Gaby Barrios, Gabriel Schapiro, Gabriela Blanco, Susana Giannone, Hernán Cuevas, Leandro Cóccaro, Renata Marrone, Julieta Fernández, Ana Clara D´Albenzio, Silvia Bek, Thelma Demarchi, Karina Iazurlo, Cali Mallo.
La asistencia de dirección y producción la tomó Mariluz Giorgetti; el diseño gráfico pertenece a Guillermo Pintos y la producción ejecutiva y la dirección general la realiza Rita Terranova.
La puesta tiene coreografías de Lucila Sanles, iluminación de Roberto Traferri, el vestuario es de Vanesa Abramovich, el diseño sonoro de Guillermo Pintos, el maquillaje y los peinados de Analía Arcasy los efectos de magia a cargo de Quique Marduk.