Poco después de la muerte del papa Francisco, cardenales de todo el mundo fueron convocados al Vaticano, allí pasaron nueve días de luto por el fallecimiento del líder de la Iglesia católica antes de prepararse para el cónclave que podría convertir en papa a cualquiera de ellos. Desde 1179, el derecho a participar en la elección papal es exclusivo de los cardenales menores de 80 años. Además, el cónclave debe celebrarse en el Vaticano, más concretamente en la Capilla Sixtina, en total aislamiento y secreto.
El último acto del periodo pre-cónclave es la celebración de la misa “Pro Eligendo Papa” (para la elección del Papa) en la mañana del 7 de mayo, día en el que comienza el cónclave. Todos los cardenales deben asistir a esta misa.

Tras la liturgia, los cardenales se reúnen en la Capilla Paulina, donde cantan en latín el “Veni Creator” (himno católico en honor del espíritu santo), y luego se dirigen en procesión a la Capilla Sixtina.
Es posible que la procesión sea retransmitida por los medios de comunicación, pero las reglas del secreto comienzan cuando los electores llegan a la Sixtina.
Así pues, se exige a todos un secreto absoluto sobre todo lo que concierne a las sesiones del cónclave. Comunicarse con el mundo exterior por cualquier medio está prohibido para los cardenales.
Asimismo, la regla del secreto se extiende a todos aquellos que presten apoyo técnico o logístico a las sesiones, con fuertes castigos, que pueden llegar a la excomunión para quien transmita información al mundo extramuros del Vaticano.

Al llegar a la Capilla Sixtina, los cardenales electores prestan juramento en grupo y prometen seguir las normas de procedimiento establecidas. A continuación, por orden de antigüedad, cada cardenal jura individualmente con la mano sobre la biblia, el libro sagrado del cristianismo.
Si hay dudas sobre las reglas y procedimientos determinados para la elección papal, el decano del Colegio Cardenalicio las aclara en una última oportunidad después del juramento. Luego, los cardenales celebran la primera votación y el cónclave da por iniciado.
Fases de votación para la elección del papa
En los días siguientes, debe haber dos votaciones por la mañana y dos por la tarde. La votación es un proceso complejo que está estrechamente regulado en tres fases: pre-voto, voto y post-voto.
En el primer momento se reparten papeletas a los cardenales electores, tarjetas en las que aparece en la parte superior la frase “Eligo in summum pontificem”, que traduce del latín “Elijo Sumo Pontífice” con un espacio que debe rellenarse con el nombre del candidato elegido.
Una vez distribuidas las papeletas, se extraen nueve nombres: tres nombres para escrutadores, los que contarán los votos; tres nombres para revisores, los que supervisarán el trabajo de los escrutadores; y tres nombres para los cardenales que recogerán los votos de los cardenales enfermos que no puedan votar solos.
En la segunda fase, los cardenales, que ya deben haber escrito un solo nombre en la papeleta, se dirigen en procesión a un altar de la Capilla Sixtina, donde se arrodillan para un momento de oración y, antes de depositar la papeleta en el cáliz, invocan al profeta Jesús en latín como testigo de su voto.

Una vez emitidos todos los votos, los escrutadores cuentan las papeletas sin abrirlas para comprobar que el número de votos corresponde con el número de votantes. Si los números no coinciden, las papeletas se queman sin abrirlas.
Si los números coinciden, comienza el recuento de votos, en el que los dos escrutadores guardan silencio y un tercer escrutador lee en voz alta el nombre escrito en la papeleta.
Tras leer el nombre, el escrutador pasa una aguja con hilo por cada papeleta para que, al final del recuento, el hilo se anude y las papeletas se coloquen, todas juntas, en un lado de la mesa.
En el tercer momento, los escrutadores suman los votos y si ningún cardenal ha recibido dos tercios del total de votos, el papa aún no ha sido elegido. Incluso sin la elección de un papa, los revisores deben analizar las papeletas y las notas de los escrutadores para certificar que el recuento ha sido correcto.
Con información de France24, Reuters y medios locales.