Un fuerte descenso en el nivel del río Paraná, principal vía de exportación de los granos y subproductos, está obligando a que las empresas agroexportadoras en Argentina a reducir la carga de los barcos.
Según datos del Instituto Nacional del Agua (INA), por la falta de lluvias en el sur de Brasil y en zonas de los afluentes del Paraná, la altura del agua del río en Rosario se encuentra en cerca de 1,05m, contra un altura media habitual para abril de 3,76m, y continuaría bajando.
Ante este fenómeno climático la Diputada nacional del Frente de Todos, Blanca Osuna, durante la videoconferencia organizada por la Cámara de Diputados Nacional presentó el estado de situación al Canciller Felipe Solá para conocer si se estaba trabajando al respecto con los países vecinos debido a la extraordinaria bajante del Paraná que “si bien el río tiene un régimen que fluctúa entre subidas y bajantes, ésta es de tal magnitud que está afectando aspectos sanitarios, ambientales, recreativos y comerciales, como así también en aspectos sanitarios y medioambientales”, aclaró la diputada.
Osuna hizo hincapié en las dificultades comerciales que se están viviendo a raíz de esta situación como la importante dificultad en la logística y también en la actividad de las cooperativas de pescadores que por la bajante pone a la fauna ictícola en riesgo en la época de Semana Santa donde ha mayor demanda
Al respecto, Solá comentó que “estamos en contacto permanente con Brasil y con Paraguay, porque Paraguay también está afectado por la bajante, y este fin de semana una comisión de técnicos se reunirá para tratar el tema sobre qué pasa con la represa hidroeléctrica Itaipú, en virtud del tratado tripartito que tenemos los tres países, y qué relación tienen con la bajante del Paraná”.
“Al mismo tiempo debo decirles que la bajante del Iguazú es también considerable, y estamos en consulta con Brasil para darle una respuesta al pueblo argentino sobre esta situación”, explicó el Canciller.
Frente a la ciudad de Paraná, alcanzó 0,79m, por debajo del récord de hace 30 años. Las Cataratas del Iguazú atraviesan una de las peores sequías de su historia y eso se ve reflejado de manera evidente en los diversos saltos, algunos de los cuales desaparecieron completamente.
Fotografía: Radiofónica.com