La cadena de la soja reclamó por el nivel de los derechos de exportación: “Nos reduce la competitividad y es la razón fundamental por la cual no despegamos en las inversiones y en aplicación de las tecnologías disponibles”, afirmó Rodolfo Rossi, presidente de Acsoja.
En la apertura del Seminario Acsoja realizado en la Bolsa de Comercio de Rosario, en oportunidad de la celebración de los 20 años de esta cadena que agrupa a todos los eslabones de la oleaginosa, su presidente, Rodolfo Rossi destacó el repunte del cultivo que cerró la campaña pasada con un millón más de hectáreas y 50 millones de toneladas de producción y el significativo crecimiento proyectado para la próxima siembra, cercano al 10%, por factores externos a la cadena. “Sumada a la mayor siembra de trigo, socio de la soja, podríamos estimar para un año normal, y con mediana aplicación de tecnología, una producción cercana a los 55 millones de toneladas”, dijo el directivo de la entidad.
El lema del Seminario, “Retomando la curva con la esperanza de siempre”, fue concebido pensando de cara a una campaña en medio de “un proceso de resiliencia, en el cual existen desafíos y situaciones frente a determinadas variables económicas y en un comercio internacional complejo, con stocks mundiales altos y demandas inmediatas inciertas, también afectadas por situaciones políticas, externas y pronósticos climáticos que, en la combinación de ellos, han deprimido los precios en más del 20% respecto a un año atrás”.
Después de un período lleno de dificultades, “la esperanza de siempre implica que, a pesar de todo, tenemos una expectativa de mejora, soportando una capacidad ociosa récord que es transversal a toda la cadena, siendo significativa en el sector industrial que con las importaciones de grano reduce en parte el impacto”, indicó Rossi.
En cuanto a los márgenes brutos, remarcó que “están muy complicado, principalmente en campos alquilados, y que, si bien la relación insumo producto está equilibrada, los costos de los combustibles y de los servicios han crecido de manera significativa”.
“Seguir produciendo un producto como la soja con el nivel de los derechos de exportación nos coloca ante la imposibilidad de aprovecharlo y nos reduce la competitividad frente a los países productores exportadores, afectando, fundamentalmente, a vastas regiones del país”, subrayó Rossi.
Para el presidente de Acsoja, esa es “la razón fundamental por la cual no despegamos en las inversiones y aplicación de las tecnologías disponibles, que repercutirían positivamente en el aumento de la superficie agrícola total y de los rendimientos unitarios, los cuales permanecen estancados a nivel país y que de modificarse permitiría colaborar en aumentar la torta para mejorar la situación económica tan castigada de la población”.
Frente a los desafíos que se presentan para la cadena de la soja, los otros temas que consideró prioritarios son: la mejora continua en la articulación de los diferentes eslabones de la cadena, una nueva ley de biocombustibles, legislación en semillas, regularizar la gestión sobre la hidrovía, infraestructura de transporte y acceso a puertos, facilitación de inversiones para agregar y crear valor, calidad intrínseca del grano y generación de subproductos de alto valor, cooperación científico técnica en acuerdos público privados, las restricciones externas sobre fitosanitarios, aranceles y nuevas tecnologías en mejoramiento genético, y lo más actual como es el reglamento de la UE 1115 sobre no deforestación que, a partir del 30 de diciembre del 2024, obligará a cumplir con nuevos estándares.
“Reconocemos en este último punto, que la harina de soja, es el principal rubro en exportaciones de la cadena y a nivel país, que, si bien tiene un mercado atomizado en decenas de países, más de un quinto de las exportaciones van a ese mercado. Europa-27 es más que autosuficiente en cereales, pero solo produce el 8% de sus necesidades en harina de soja”, precisó.
Al respecto de la nueva norma europea, “nuestro acuerdo en el tema fue concentrar los esfuerzos en peticionar y colaborar con el gobierno de turno, mostrando las dificultades que presenta una regulación que es unilateral, que no respeta las leyes nacionales, que tiene exigencias excesivas, que no reconoce los esfuerzos para mantener y mejorar la sustentabilidad de nuestro sistema productivo entre tantos otros argumentos, y que no ha escuchado los reclamos del país y de los otros países productores, poniendo en riesgo su propio abastecimiento. La agroindustria argentina tiene mucho y bueno para mostrar al mundo, que necesita alimentos, forrajes, productos de la química verde y bioenergías”, sostuvo Rossi.
20 años de ACSOJA
En la apertura, Rossi hizo un párrafo aparte para hablar de las dos décadas de Acsoja. “Ha sido un camino largo, pleno de esfuerzos, cuyo principal objetivo en su constitución fue hacer sostenible la cadena de la soja argentina, buscando la articulación de los diferentes eslabones de la cadena, referenciados en las entidades públicas y privadas que habían hecho tanto por ver crecer a este cultivo. Muchos son los objetivos cumplidos en las diferentes áreas del conocimiento, de la cadena de producción, el comercio y la industria, en un contexto siempre complejo, y para los objetivos que no pudimos o no supimos mantenemos, la esperanza de siempre”, expresó.
Acsoja se radicó en la ciudad de Rosario, porque “como dijo el presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario en ocasión de los 140º aniversarios de la BCR, y compartimos: la fuerza de una institución radica en estar presente donde late el corazón económico del país”.